lunes, febrero 20, 2006

La carrera internacional

Annamaria Preisz



En el año 2004 diez estados más consiguieron entrar en la UE, entre ellos Hungría. Sin embargo, paralelamente a las celebraciones, en los “viejos” estados miembros los titulares en la media alertaban del aumento del desempleo que traería el próximo flujo de inmigrantes venidos del Este. Esta nueva mano de obra, barata y calificada, terminaría por “robarles” sus queridos puestos de trabajo a los locales.

Así fue que 12 de los 15 estados de la ya existente UE, definitivamente preocupados por la avanzada de trabajadores dispuestos a cobrar por debajo del salario medio, restringieron el libre movimiento de trabajadores en el área de la UE a través de una serie de acuerdos, por demás ambiguos, con el supuesto objetivo de organizar la transición hacia el libre movimiento de trabajadores. Sólo Irlanda, el Sur de Gran Bretaña y Suecia aceptaron, sin restricciones, la incorporación de los nuevos estados.

Casi 2 años han pasado y las estadísticas demuestran, claramente, que en los supuestos estados receptores, los empleados procedentes de los nuevos países miembros constituyen menos del 1% de la mano de obra, y sólo en Irlanda superan el 3,6%. (“The Economist”, Febrero. 9-16. 2006)

Entonces, ¿hay que preocuparse o no? Por el momento España, Finlandia, Portugal y tal vez Grecia terminarían por eliminar las restricciones. Según los expertos, este tipo de inmigrantes laborales es beneficioso, ya que el empleo es legal y se pagan los correspondientes impuestos y contribuciones.

Por otra parte, encontrar un trabajo en Europa occidental significa para los ex-comunistas una importante subida salarial.

De Hungría, los 2 grupos que buscan (y más o menos encuentran) empleo en otros países de la UE, son los médicos y los informáticos.
¿Por qué los médicos, y sobre todo los de las generaciones más jóvenes, dejan Hungría para ocupar puestos en los hospitales de Suecia y el sur de Gran Bretaña? La respuesta es simple: por mejor salario, calidad de vida y condiciones de trabajo.
Hasta el primer trimestre del año 2005 ya el 2,5% de los médicos habían pedido un certificado al Ministerio de Salud con el objetivo de solicitar un puesto en el extranjero. (www.origo.hu/itthon/20050425londonba.html)

Muchos de estos médicos solo trabajan durante el fin de semana en el exterior, pero aún así, ganan el doble de su salario mensual en Hungría. Diversas agencias les ayudan a organizar sus viajes y alojamiento (en general con vuelos charter).Trabajan unas 16 horas diarias y el domingo regresan para continuar con su trabajo habitual en Hungría. (www.nol.hu/cikk/365892)

¿No han sido siempre los húngaros muy móviles?

No hay comentarios: