jueves, junio 08, 2006

Punto por punto, el Plan del gobierno para los próximos cuatro años. Y sino llegamos a la zona euro igual nos vamos a divertir


A día de hoy ya no quedan dudas del equipo que llevará a cabo las prometidas reformas de ajuste y consolidación del proyecto europeo. El gobierno no oculta, pero tampoco es especialmente alarmista con respecto al futuro próximo, que se espera lleno de restricciones, subidas de impuestos y despidos. La oposición, pataleando y lloriqueando como siempre, ha aceptado el camino propuesto por la coalición MSZP-SZDSZ, posiblemente preocupada por la posible reducción de escaños anunciada para antes de 2010. El resto de grupos sociales, por su parte, pese a no haber estado invitado ni consultado para la reforma que se nos viene, brilla por su ausencia, aferrándose a las pequeñas parcelas de poder que ha logrado conseguir, o mantener estos últimos años. Supone que la reforma pasará le pasará de largo.

En el ambiente hay quienes decididamente se muestran esperanzados y reivindican su apoyo al gobierno; también hay quienes, con cara de cabreo se escandalizan por el amiguismo reinante en el gobierno y descreen de cualquier tipo de reforma de fondo; y hay también a quienes el alud de informaciones y debates los lleva a la metáfora o simplemente al insulto, como por ejemplo estos dos, que decidieron apagar la tele y meter la cabeza en la tostadora:

"-¿Hay gente nueva en el bloque?
-Espera un minuto. Aquí tengo algo, tío, que es casi hard core. Un pedazo de pan duro, tajado y herido de muerte. Míralo fijamente, ahora mismo lo podemos tostar un poco.
-¿¡Qué!?
-Tiene algo clavado, parece un billete.
-¿¡Qué!? ¿Un billete? ¿El retrato de un rey? ¿Y tu quieres tostarlo? ¡Lo vas a matar!¿Qué vas a hacer?
-¿Lo coso otra vez? ¿Duele? ¿Has visto? ¿Está caliente?
-¿Te lo vas a comer? ¿Qué? ¿Y ese viento? ¿Otra vez giran los corazones?"

Espero que disfrutéis con esta colección de artículos de “Punto por punto, el Plan del gobierno para los próximos cuatro años. Y sino llegamos a la zona euro igual nos vamos a divertir” y que os animéis, quienes viváis o hayáis vivido en Hungría a escribir en las próximas ediciones. Solo tenéis que enviarnos un e-mail y os contestaremos a la brevedad indicándoos formato y tema.

Cartas de lectores


Jorge Luis Asqui (para Kléber Mantilla)
Miércoles 24 de mayo de 2006

La revista cada día está más interesante y con temas muy buenos. Todo esto se debe a un trabajo minucioso de investigación y a la forma de enfocar el artículo que escribes.Entre policias y ladrones... son dos instituciones inseparables, que cada una de ellas trata de buscar la justicia de acuerdo a su gusto. Sigan así, con su trabajo esmerado. Además el grupo de periodistas que forman la revista, me he dado cuenta que son profesionales cada uno en su campo.
Un cordial saludo.

Anónimo (Para Aranyos Eszter)
Viernes 26 de mayo de 2006

Hungría es un gran pueblo, no por su bandera, sino por su gente. Delicuentes hay en todos los países, y sino miremos EEUU, donde hasta sus films lo demuestran.Aunque la corrupcion y la mafia parezcan derrotarnos por momentos, Eszter, siempre permaneceremos los de carne y hueso para decir lo que no está bien. Y eso es lo bueno: la denuncia, decir cuales son los parámetros éticos con los cuales nosotros nos medimos, y ellos no.Tus palabras son certeras.

Entrevista a Judit Zsolnai, profesora de castellano de Universidad

por Sebastián Santos


Sábado 3 de junio 12 hs. en el “Treehugger Dan’s bookstore&café”, un bar a metros de la plaza Hunyady. *

S.: ¿Qué me podrías decir del programa del nuevo gobierno?
Zsolnai: Bueno, la verdad es que no sé mucho. Conozco algunas promesas de la campaña y creo que ayer se formó el gobierno mismo. Todavía del programa no se puede saber mucho. Durante las negociaciones para la composición del gobierno insistieron en que lo primero era el programa y en segundo lugar las personas que lo ejecutarían. Y en este sentido no hay muchas novedades, solamente una sorpresa: la señora Kinga Göncz. Antes era la Ministra de Asuntos Sociales. Era muy buena y con una larga trayectoria en este rubro. Ahora será la Ministra de Asuntos Exteriores. Ha sido una verdadera sorpresa.
S.: ¿Ella es socialista?
Zsolnai: Es socialista, sí. Sólo hay tres personas del SZDSZ y los demás son socialistas.
Además me inquieta el tema del Ministerio de Asuntos Interiores porque parece ser que desaparece como tal. Por ejemplo, a partir de ahora la Policía queda subordinada a otro Ministerio.
Siempre se ha dicho que el Ministro de Interiores, después del Primer Ministro, es el hombre más importante del gobierno, pero ahora ya no, porque Mónika Lamperth seguro que no tendrá este papel.
Que desaparezca el título “Ministro de Interiores” realmente me sorprende. La Ministra seguirá siendo esa tal Mónika Lamperth, pero el Ministerio tendrá otro nombre y otras funciones, por ejemplo asumirá el tema de las regiones. Hungría está dividida en algo así como lo que vosotros llamáis comarcas, pero tiene que ajustarse al diseño de la UE donde lo que prevalecen son las regiones. Y esa será competencia, entre otras, de este nuevo Ministerio. Hasta ahora ser Ministro de Interiores era un cargo muy importante. Entre otras cosas tenía poder y control sobre los documentos del pasado socialista, de aquellos, por ejemplo, que involucran a los que vosotros llamasteis “besugos” en algún número anterior de El Quincenal.
S.: ¿Y hay alguna otra mujer entre los nuevos Ministros?
Zsolnai: Kinga Göncz. Es toda una sorpresa, aunque ella misma ha comentado que actualmente ya hay muchos Ministros de Exteriores que no han hecho carrera diplomática, sino que vienen de otros ámbitos.
Sólo hay dos mujeres en el Gobierno, la Lamperth y ella. Y hay tres liberales: uno de Medio Ambiente, otro de Sanidad y el tercero de Economía. La cartera de Sanidad es especialmente importante porque es justamente la promesa electoral del SZDSZ. Han prometido que van a reformar la Sanidad, pero ya se ve que habrá dificultades. Ya han anticipado que paralizarán los planes de reformas hasta 2007. No es fácil hacer reformas en la Sanidad Pública.
Lo que sí han dicho es que habrá que pagar por las recetas y por las consultas, lo que no implica una reforma, sino que simplemente habrá que pagar más.
S.: Además comentaron que quieren reducir la cantidad de hospitales de 160 a 60.
Zsolnai: Yo no he escuchado esto. Ayer cuando habló el nuevo Ministro no dijo nada así. Dijo sí, que hay necesidad de más camas para los que padezcan tumores y que hay que reorganizar la distribución hospitalaria porque en el campo hay menos hospitales.
S.: Dicen que van a bajar el número de hospitales, pero los que queden serán especializados.
Zsolnai: Sí, está bien, pero, ¿por qué tenemos que pagar por las recetas? Dicen que para evitar los sobornos, pero no por pagar 1000 forintos por una receta o una consulta no tendré que pagar unos 60.000 forintos de “dinero de agradecimiento” si me tienen que extirpar un tumor o voy a parir.
S.: Pero, ¿por qué no se implementa una reforma orgánica?
Zsolnai: El problema es que los Ministros no son competentes, al menos en su mayoría. No son personas capaces de llevar a cabo una reforma. Son las mismas caras de siempre. Péter Kiss, por ejemplo, es un viejo amigo de Gyurcsány de su época en la KISZ, la Alianza de Jóvenes Comunistas y ahora tendrá la cartera de Trabajo. Es la vieja guardia y yo creo que con ellos no se puede hacer ningún tipo de reformas.
S.: Pero han traído a tres personajes nuevos, que formarán algo así como un Consejo de Asesores.
Zsolnai: Sí, pero sólo conocemos los nombres. Son personas muy poco conocidas, sin trayectoria política. Lo que sí conocemos de los nuevos planes es que van a aumentar los impuestos. Pero a esto no se le puede llamar “reforma”.
S.: Pero hace unos meses dijeron que bajarían los impuestos.
Zsolnai: Sí, pero ahora al revés. Yo, por ejemplo, tengo una pequeña empresa, y a partir de esta reforma tendré que pagar el 25% de impuestos, 9% más de lo que vengo pagando hasta ahora. Se trata del “EVA”, un tipo de Impuesto de Sociedades, que es único y solamente existe en Hungría y no es compatible con los reglamentos de la UE. Por eso quieren subirlo para que primero la gente opte por salir de esta modalidad y finalmente suprimirla.
S.: ¿Qué tipos de empresas pueden optar por la modalidad del “EVA”?
Zsolnai: Creo que cualquier empresa, pero sólo después de dos años de funcionamiento. Es una modalidad muy simple. No hay mucho papeleo y solamente tienes que pagar como impuesto un 16%, lo que no es mucho. No tienes que presentar comprobantes de facturas. Por eso es muy bueno y muy simple.
Pero al margen del “EVA”, en general quieren aumentar los impuestos.
S.: No te veo muy contenta con el Partido Socialista.
Zsolnai: No, en absoluto.
S.: Pero, ¿tú no los votaste?
Zsolnai: Eso no importa, la cuestión de votar en Hungría es, normalmente, elegir al menos peor.
S.: Pensé que tenías más afinidad.
Zsolnai: No, con esta lista de nombres, ¡por favor! Imre Szekeres, Péter Kiss y los desconocidos de los liberales. Y de Educación y Cultura será István Hiller, el Presidente del Partido Socialista. Es una ridiculez. Y no le dejarán continuar al anterior, a Bálint Magyar, de los liberales, la única persona que de verdad tenía iniciativas. Bueno, había problemas, pero él empezó una reforma. Ahora dicen que van a seguir todo lo que él preparó, pero que con otra persona. Estas son cosas ridículas.
S.: ¿Y por qué hacen eso, por compromisos políticos?
Zsolnai: En realidad mucha gente está en contra de las reformas. En la Sanidad también hay grupos con intereses contrarios. Mira solamente el caso de la Casa de la Ópera. Si vas y empiezas algo nuevo, entonces de repente se desata un escándalo, porque los viejos no quieren saber nada.
Es inconcebible que István Hiller sea el Ministro encargado de la Educación y de la Cultura, un personaje incompetente que encima se cree muy divertido.
S.: Y, ¿la gente qué hace para protestar, escribe cartas, hace manifestaciones, hay huelgas...?
Zsolnai: Nada. La gente no protesta, no hay manifestaciones ni nada parecido. Sobre las reformas en Educación hubo muchos debates en Internet y en la prensa. En la Educación Superior despidieron a muchísimos profesores, sobre todo a los mayores de 70, pero el principal debate fue sobre el nuevo tipo de examen de acceso a la Universidad (la selectividad). Y ahora hay otro gran problema porque este año tenemos que convertirnos al sistema Bologna y las Universidades y las Escuelas Superiores no están preparadas para esto.
El caso es que Bálint Magyar empezó algo importante. Todas las reformas cuestan y siempre hay intereses en contra.
S.: ¿Y a ti, entonces, en lo personal, los cambios del gobierno en qué te afectarían? Uno es el aumento de impuestos, concretamente el “EVA”.
Zsolnai: Los cambios en Educación y Cultura me afectan porque son mis terrenos. Yo trabajo de profesora en la Universidad.
S.: ¿Puedes llegar a perder tu puesto de trabajo?
Zsolnai: Espero que no, pero por un lado van a coger menos estudiantes de Filosofía y Letras, que son a los que yo enseño. Por otro lado, los que opten por estudiar carreras de solo tres años no necesitarán dos lenguas sino solo una, algo ridículo ahora que acabamos de entrar en la UE. Esto me afecta porque yo creo que entonces habrá menos alumnos interesados en aprender castellano.
S.: ¿Y en Cultura cómo ves el tema de los cambios?
Zsolnai: El Ministro anterior, por ejemplo, se fue dando una serie de Premios Nacionales a sus viejos amigos. Una de ellas es una cantante, tonta y sin apenas voz. Encima, cuando le dieron el Premio no tenía tiempo de ir a recogerlo y entonces el propio Ministro fue al local, donde ella estaba actuando, para dárselo en persona, al Gödör.
Después en una entrevista televisiva dijo que sería mejor eliminar estos antiguos premios.
S.: ¿Quién es esta tía?
Zsolnai: Una cantante que se llama Ágnes Deák Bárdos. Es una nadie.
S.: Y la idea es que el amigo Hiller hará más o menos lo mismo. El Presupuesto de Cultura se irá para la camarilla de amigos.
Zsolnai: No estoy segura. Hiller es otro tipo de persona, y los sectores alternativos de la Cultura no son sus preferidos.
Y sí, realmente me importa quien sea la persona que pueda recibir, por ejemplo, el Premio Kossuth el 15 de marzo.
S.: Y aparte es una cantidad importante.
Zsolnai: Sí, seis millones de forintos.
S.: Y por ejemplo, ¿es fácil recibir subvenciones para hacer proyectos culturales?
Zsolnai: No, en absoluto. Pues, depende... ¿Para quién? Para los “amigos” seguro, pero para nadie más. He empezado a estudiar Crítica de Teatro y no me da lo mismo a qué director le den el Premio Kossuth. ¿Este año quién lo ha recibido? El más escandaloso.
S.: ¿Escandaloso por vanguardia o escandaloso por mala calidad?
Zsolnai: Por no tener talento, pero estar de moda. Y por eso digo que la Cultura sí me afecta; la Educación me afecta en persona y los impuestos naturalmente.
S.: Y después tengo otra cosita y es en relación a que cuando hacemos algún reportaje o pedimos alguna opinión y cuando los temas son un poco políticos la gente no quiere opinar. En algún otro sistema existe la censura explícita, pero de aquí lo que me preocupa, o veo con interés, es la autocensura.
Zsolnai: La gente tiene una desilusión tan grande que no puede confiar ni en ellos ni en aquellos, y no quiere ocuparse de la política. La opinión pública considera que la política es algo muy sucio. “No me interesa, no me afecta”. Pero naturalmente afecta a todas las personas. Es en parte por las obscenas discusiones en el Parlamento. “No lo veo, no me interesa, no lo leo”.
S.: Pero sí hay gente que opina, lo que pasa es que no quiere hacerlo público, por autocensura.
Zsolnai: Es como si yo fuese lesbiana y no me atreviese a decirlo públicamente. La política es algo misterioso, sucio, y todos los políticos son unos “chorizos”. Pero naturalmente así no se puede vivir. En cierta medida todos son unos “ladrones”, claro, pero no es lo mismo en qué medida y hay que elegir el mejor porque hay que vivir en este país y no podemos deshacernos de nuestras responsabilidades. Yo entiendo tu pregunta, porque en la televisión también hay mesas redondas y hablan sobre esto, justamente. La gente descarta la posibilidad de hablar sobre la política en público, porque creen que todos los políticos están robando y es un terreno peligroso.
S.: ¿Y la oposición ante estos cambios qué hace?
Zsolnai: Desde el primer momento ya se ha visto que no han cambiado nada de su táctica de los años anteriores. No será una oposición constructiva, en todo caso obstructiva.
S.: Para terminar, ¿me podrías indicar algunos referentes que me ayuden a tener una lectura de izquierdas no oficialista del panorama político húngaro?
Zsolnai: Hay una persona muy contradictoria, se llama Gábor Karátson. Y el otro que podrías consultar es András Lányi. Ellos trabajan en Védegylet, un movimiento verde y son interesantes porque están entre los de la derecha y los de la izquierda.
Hay otra mujer interesante, muy entendida en el tema de la economía y cuestiones sociales. Se llama Erzsébet Szalai y publica siempre en ÉS, “Vida y Literatura”. Ahí, en el ÉS, puedes leer muchas opiniones de izquierdas que a veces están en contra de lo que está haciendo el Gobierno. Y hay muchos más intelectuales que publican artículos periódicamente criticando las actividades del Gobierno.
S.: ¿Tus expectativas sobre el Gobierno han cambiado desde las pasadas elecciones hasta ahora, con la presentación del nuevo plan de gobierno?
Zsolnai: Sí. Estoy bastante desilusionada.
S.: ¿Esperabas algo diferente?
Zsolnai: Sí, claro. Esperaba personas jóvenes, hábiles en el mundo de las finanzas y capaces de hacer verdaderas reformas.
S.: Muchas gracias.

*El Treehugger Dan’s (Csengery utca 48) se especializa en libros usados en inglés y está asociado a la red de Comercio Justo con el tema del café. Es uno de esos sitios, definitivamente acogedores, en los cuales entras, te haces tu mismo tu café, como más te guste, y lees un poco en inglés o charlas con los amigos.

Plan uno: exterminar la burocracia

por Kléber Mantilla


Desde el anuncio el pasado 23 de abril del triunfo del gobierno socialista de Gyurcsány Ferenc, los ciudadanos que viven en Hungría se han mantenido en expectativa hasta conocer la anunciada reforma estatal.

La coalición ganadora de las pasadas elecciones integrada por el Partido Socialista Húngaro (MSZP) y la Asociación de Demócratas Libres (Szdsz) finalmente plantearon al pueblo húngaro un plan político y económico para continuar con el proceso de integración del país a la Unión Europea.

Los ejes fundamentales de la reforma se sustentan en una modificación jurídica y política alineada a los ajustes de ingreso a la Unión Europea (UE) y consolidan la reducción del gasto presupuestario durante el próximo período administrativo.

Hasta ahora, mantener su abultado aparato burocrático a Hungría le ha resultado muy costoso. El total de sus egresos por gasto corriente alcazan los 7.4 billones de forins (unos 28 millones de euros) y si se compara con lo que ingresa a las arcas fiscales, unos 5,9 billones (22 millones de euros), se visualiza con claridad el problema de su déficit presupuestario.

Para enfrentar la reducción del gasto y equilibrar la balanza entre el ingreso y salida de dinero, el proyecto gubernamental pretende recuperar unos 500 billones de forins, unos dos mil millones de euros. Estos serán cubiertos en un 50% con la reformulación de programas sociales, el 30% lo cancelará el sector gubernamental con la reducción de su estructura burocrática, mientras el 20% restante será responsabilidad del sector empresarial, a través de una readecuación tributaria.

El grupo político opositor del gobierno, liderado por el perdedor de las elecciones pasadas Viktor Orbán, sostiene que no se trata de una reforma, sino de un mecanismo para recolectar dinero y asfixiar a la población. Pese a todo, también su partido político, el nacionalista Fidesz, ha comprometido su apoyo a las reformas constitucionales aunque algo duditativo aún.

El contrato político firmado por MSZP y Szdsz muestra una completa renovación del sistema administrativo público, a través de la creación y cambios de nueve leyes. Para ello, se requiere de la aprobación de las dos terceras partes del Parlamento húngaro. Los cuerpos legales buscan replantear la estructura del sistema de elección y la cantidad del número de parlamentarios que bajarían de los 386 actuales, a 298 para el futuro. La dinámica considera fundamental la reducción y simplificación del proceso electoral con el uso de una simple lista escogida en zonas electorales específicas. Antes se empleaban varias listas.

Además, establece una ley especial para el Conflicto de Intereses, con la cual los miembros del Parlamento dejarán de tener representatividad como alcaldes o en gobiernos seccionales.

La actual distribución geopolítica también tendrá variaciones pues en la actualidad se establecen 19 gobiernos seccionales o provinciales, que con los cambios pasarán a organizarse como regiones, según los requerimientos establecidos para los países de la Unión Europea. Con los cambios en la Constitución necesarios disminuirán un 40% los representantes locales y también el monto presupestado para salarios.

El aparato burocrático de los ministerios públicos también sufrirá cambios importantes: de 17 ministerios actuales quedarán solo 12. Hasta ahora, en Hungría, cada ministro contaba con dos subsecretarios de Estado, uno que lo representaba políticamente y otro que asistía en la parte administrativa. En total se contabilizan 43, que disminuirán a 12. Es decir que entre ministros y subsecretarios de 60 pasarán a ser 24.

Asimismo, se anunciaron cambios en la cantidad de comisiones existentes dentro del Parlamento (Seguridad Nacional, Fiscalización, Cultura, etc.) y en el número de sus miembros, que en la actualidad son 492. Pasarán a ser 386. Todos los servicios gratuitos del Transporte Público que se otorgaban a los funcionarios públicos serán eliminados.

Y por el contrario, se crea una entidad especial para recibir los fondos de la Unión Europea que estará separada en su totalidad de cualquier ministerio público. La Agencia Nacional de Desarrollo será manejada de forma directa por el primer ministro Gyurcsány con la asistencia gerencial y técnica de un grupo empresarial especializado para la distribución entre los ministerios.

No obstante, en cuanto a la canalización, desembolso y aplicación de recursos se ha integrado en el Ministerio del Interior (Gobierno), el Ministerio de Desarrollo Regional, que ahora se denominará Ministerio de Gobierno Local, con la dirección de Mónika Lamperth.

El actual Ministerio de Integración Europea desaparece y será parte del Ministerio de Relaciones Exteriores. Su principal será Ferenc Somogyi o tal vez András Simonyi.

Otras tres fusiones importantes son los ministerios de Bienestar Social y Empleo, que será uno solo bajo el control de Péter Kiss. En cambio, las carteras de Educación y Cultura serán una y su autoridad será István Hiller. Finalmente, János Kóka será ministro de la unión de los ministerios de Economía e Informática.

Sin cambios continúan los ministerios de: Agricultura dirigido por József Gráf, de Defensa a cargo de Ferenc Juhász o Imre Szekeres, de Justicia conducido por József Petrétei y del Ambiente y Aguas por el ministro Miklós Persányi. Otro inamovible es el de Finanzas, János Veres.

El Ministerio de Salud será conducido por Lajos Molnár y se anuncia la modernización de esta cartera de estado a través de la aplicación del sistema de medicina pagada y de servicios médicos privados.

Junto a la reforma global de reducción del aparato estatal se añade la posible focalización del servicio de gas compensado para garantizar que los estratos sociales con mayores ingresos paguen por este costo que le resulta oneroso al estado. Otro punto tiene que ver con el sector educativo, pues se contempla la separación de 10 mil profesores que reciben dineros públicos.

En cambio, los sectores turístico, de electrotecnologías y farmacéuticas serían fortalecidos, según el anuncio gubernamental. También se anuncia la cobertura del servicio de agua potable a 600 pueblos rurales, lo que beneficiaría a dos millones de personas. Mientras en Budapest se construirá la línea de Metro número cinco.

Este proyecto estatal busca que el Producto Interno Bruto (PIB) después de dos años tenga un crecimiento entre el 4 y 5%.

Fuentes:


- Népszabadság 2006-05-27
- Álami felső vezetők http://www.meh.hu/

¿Qué tipo de reforma educativa estamos viviendo en la que, para empezar, despiden maestros y cierran escuelas?

por Sebastián Santos


¿Qué tipo de reforma educativa nos espera si el criterio básico de calidad se basa en la exclusión? Los tecnócratas neo-liberales que lideran el avance de Hungría hacia la zona euro contradicen, con su política de supuesta eficiencia y calidad, los preceptos básicos de los métodos pedagógicos modernos que insisten hasta el hartazgo sobre integración e inclusión. En las aulas nos devanamos los sesos intentando lograr fórmulas creativas que aseguren que todos y cada uno de los alumnos estudie y que, sobretodo, lo haga junto con el resto de sus compañeros. La educación, en la línea de Vygotsky, se entiende así como un fenómeno social. Pero estos esfuerzos caen en balde cuando el cuerpo docente funciona de manera radicalmente opuesta en nombre de un supuesto progreso. Si la manera de mejorar el sistema educativo húngaro se basa en echar 10.000 maestros a la calle, que dejen de vendernos la moto de la educación inclusiva o de la integración y festejemos de una vez por todas la segregación, la marginación y el fracaso escolar.

El modelo social y económico propuesto para los próximos cuatro años por la coalición MSZP-SZDSZ no simplemente es uno de los tantos modelos neo-liberales que se publicitan a lo largo y ancho del planeta sino que además recurre, un tanto falto de imaginación, cosa imperdonable en estos tiempos de luces y colores, a los mismos tópicos nacionalistas del siglo XIX. Para ello solo hay que ver el eslogan que el Primer Ministro Gyurcsány enarbola en cada rueda de prensa: “Patria y Progreso”, en fondo rojo con letras blancas.

Los cambios en educación reflejan de manera viva y clara la política general de reducción de déficit público del gobierno. El objetivo es cumplir las ordenanzas de la Unión Europea y conseguir en los próximos años bajar el presupuesto en 350.000 millones de forintos. No es moco de pavo. El gasto en educación, según fuentes del Ministerio de Finanzas alcanza para el año 2006 el 11,3 % del presupuesto nacional. No representa el bocado más importante del pastel pero sí, por orden, uno de los menos “productivos” y accesibles.

Por su orden de peso específico dentro de las cuentas del Estado el primer lugar es para los gastos derivados de las jubilaciones, pero las previsiones indican que una vez producido el relevo total de pensionistas del pasado sistema socialista, los importes por jubilación a cargo del estado bajarán considerablemente. Hay dos variantes que favorecen esta situación, una es el establecimiento obligatorio de un sistema mixto de retiro –público/privado- para todas aquellas personas nacidas a partir de 1975 y la otra la corta esperanza de vida del pueblo húngaro, lo que asegura que los viejos jubilados socialistas durarán poco en el mercado.

El segundo lugar en la escala de gastos es para el transporte, que contrariamente al discurso de recortes, seguirá aumentando para asegurar una zona económica interesante a los inversores extranjeros. No hace falta ahondar sobre las innumerables obras en curso de autopistas, metros y tranvías que atraviesan Hungría.

El tercer lugar, y aquí llegamos, es para la educación, por donde ya ha pasado el polémico ministro liberal Bálint Magyar, que aunque haya dejado el relevo a un ministro socialista, István Hiller, todos los comentarios, tanto de oficialismo como de oposición coinciden en la continuidad de los puntos fuertes de su reforma educativa, digamos constrictora. Hiller, por otra parte, es un buen ejemplo del programa de recortes y reorganización del gobierno ya que asume dos carteras en una, la de Educación y la de Cultura, antes liderada la primera por Bálint Magyar y la segunda por András Bozóky. Las otras carteras que se han unificado han sido la de Economía e Informática con János Kóka a la cabeza y Trabajo con Bienestar Social a cargo de Péter Kiss. Además había dos Ministros libres, digamos, sin Ministerio, de los cuales uno ha desaparecido, el de Integración Europea y otro, el de Asuntos Regionales ha pasado a depender del Ministerio de Interior, dirigido por Mónika Lamperth.

En cuarta posición presupuestaria, está la Sanidad y todo indica que el nuevo ministro, también del SZDSZ, Lajos Molnár acelerará el proceso de privatizaciones y de reducción de personal y hospitales.


La prensa de los últimos días ha centrado el proyecto de reforma para los próximos cuatro años más en los personajes que la llevarán a cabo, los Ministros, que en los planes específicos de gobierno y ha sido este, justamente, el punto donde el Fidesz ha insistido, jugando, en la práctica, el mismo juego del oficialismo, que ha consistido en centrar la discusión sobre los nombres y no sobre los proyectos. El caso de la substitución de Magyar fue resultado de una promesa electoral de Gyurcsány presionado por los escándalos que acompañaron el mandado del último Ministro de Educación. Gyurcsány prometió un ministro socialista y ahora tenemos un ministro socialista, que seguirá la receta liberal que le han dejado sobre el escritorio, y a la vez permitirá al equipo de tecnócratas liberales centrarse en Sanidad, el próximo objetivo.

Brevemente los escándalos que han acompañado a Magyar han sido 4. En junio de 2003 se lo acusó de recibir regalos varios y viajes de Elender, la empresa que ganó el concurso para desarrollar el Sulinet, el programa informático del Ministerio de Educación. En diciembre de 2004 y enero de 2005 las escuelas religiosas se movilizaron protestando por una posible reducción de subsidios, la llamada normativa. En mayo de 2005 además de haber despertado una gran polémica la reforma de los criterios de calificación de la revalida-selectividad (aquí funciona en forma conjunta), aparecieron en internet, antes de los exámenes nacionales, los ejercicios correspondientes a las asignaturas de húngaro y matemáticas. Finalmente, en octubre de 2005 el Tribunal Constitucional declaró inconstitucional la nueva Ley de Educación Superior.

Una vez satisfechas las promesas electorales, en un hábil juego de marketing populista, la continuación del proceso de reforma educativa solo tiene que empujar y empujar el frágil sector público. Si durante el pasado mandato la coalición MSZP-SZDSZ pudo haber tenido ciertos miramientos a la hora de aplicar su política de estrangulamiento del Estado de Bienestar y por su parte, el Fidesz y otros grupos de oposición se sintieron con autoridad popular para detener el proyecto liberal, como fue el caso del referéndum contra la privatización de la Sanidad de hace un par de años, en la actualidad, después del éxito electoral del Partido Socialista, la reforma liberal, a todas luces, parece imparable y debidamente consensuada en las urnas. Como titulan los periódicos de estos días “Luz verde para el Programa Liberal”.

La debilidad del sector público en general y específicamente de la educación consiste, primeramente en el descrédito internacional del sistema público y el avance imparable de las políticas y teorías neo-liberales. El sistema de trabajo húngaro, después de la caída del sistema socialista ha pasado a ser territorio comanche, la precariedad y el trabajo en negro son los parámetros en los que buena parte de la población busca su sustento diario. Y más aún, Gyurcsány, en recientes declaraciones, ha asegurado la promulgación de nuevas leyes que abaratarán los costes de despido y fomentarán la flexibilización para facilitar, entre otras cosas, el cierre de escuelas. (Népszabadság, 29-5-2006)Ni que hablar del descrédito en el que están sumergidas las organizaciones sindicales, que estos días, de declaraciones de reducción de empleos y cierre de escuelas y hospitales, ni se han asomado a la palestra pública. Los sindicatos, que en educación están representados por el “Sindicato de Profesores” (PSZ) en el marco de la Liga, el Consejo de Trabajadores, el MSZOSZ y los Autónomos, se ocultan y solo aparecen en convites internacionales donde se juntan con otros tantos burócratas europeos para reclamar una Europa Social y sindicalmente unificada, tal como ha ocurrido el pasado febrero en Estrasburgo. Otro punto clave que explica la debilidad del sector de la educación, y por ende la especial atención que el programa liberal le ha brindado, es la promoción de la educación privada, mediante subsidios y fórmulas de educación abiertas. No es especialmente complicado en Hungría abrir escuelas ni probar diferentes planes de estudio. El sistema es ampliamente liberal y esto hace a la vez, que una parte importante de grupos sociales, que podrían representar una cierta oposición al gobierno, no cuestionen las reformas porque dentro de ellas pueden organizar su porción de poder. Digamos que es el caso de colectivos nacionales, étnicos o religiosos, pero también de grupos pequeño burgueses que prefieren enviar sus hijos a escuelas privadas donde supuestamente pueden moldearlos a su gusto. Mi experiencia en Hungría como profesor de castellano me ha llevado por varias escuelas e institutos privados que gozan de buena salud económica y donde la proporción docentes-alumnos es significativamente alta. Tal es el caso de la Új Suli, una escuela privada del Distrito XVI donde las clases no superan los 8 alumnos y la matrícula mensual es de 50.000 forintos, unos 200 euros.

Finalmente, al descrédito, la desmovilización, la burocracia sindical y el aumento de escuelas privadas se suma una estratégica política de descentralización. El discurso es doble, como siempre. Descentralizan para que cada localidad y pequeño colectivo estudie de la mejor y más próxima manera, pero la libertad también implica autosuficiencia y por ende cada municipio tiene que financiarse sus escuelas. Esto ha ido provocando el cierre periódico de varias escuelas por insolvencia o simple decisión política de los gobiernos locales correspondientes, como ha ocurrido en Tata, a unos 60 kms de Budapest. Ahora el gobierno ha decidido impulsar una campaña de eficiencia educativa, colaborando en el cierre de escuelas que no reúnan un mínimo de alumnos. Dicen que la ratio de profesores / alumnos en Hungría es de 1000 a 90 y que habría que apuntar a una ratio europea, como la inglesa, de 1000 a 70. Por otra parte los nuevos planes de estudio necesitan de un buen número de especialistas a partir del 5º grado de primaria lo que provoca o bien la escasez de docentes o bien el aumento desproporcionado de la ratio. Ante estas circunstancias no hay soluciones creativas ni inteligentes y menos aún, lo que sería lo más lógico, soluciones negociadas con el cuerpo docente. La descentralización, la eficiencia y la política liberal en educación se han constituido en receta para el cierre de escuelas, el despido de docentes y la segregación de aquellos grupos sociales que no disponen de capacidad económica suficiente para fundar sus propias escuelas, como es el sabido caso de una parte importante del pueblo gitano.

El broche de oro del juego liberal, “si te agarro te pillo, te escracho y te quedas sin trabajo”, en la línea del doble discurso que enloquece (aquí es obligatorio recuperar los escritos de Bateson sobre los mensajes doble-vehiculares), lo dan las denuncias sobre monopolio editorial, como la hecha pública el pasado 22 de marzo por la Asociación de Profesores de Historia, que dirige László Miklósi. En esta exigen que se acaben los tratos de favor y la situación de monopolio sobre todo en relación con los exámenes de revalida-selectividad. Denuncian en su escrito, aparecido entre otros en Támpont de marzo, que es inconcebible que los ejercicios que aparecen en los exámenes se saquen exclusiva y descaradamente de ciertos libros de textos y que aún más, obliguen a los alumnos a presentarse en los exámenes con estos libros. A sabiendas de esto todo el mundo estudia de los libros “recomendados” estadística e históricamente por el Ministerio creando una situación monopólica de hecho inconcebible.

Fuentes
Népszabadszág, ediciones varias mayo / junio 2006.
Magyar Nemzet, ediciones varias mayo / junio 2006.
Támpont, tankönyv- és taneszközkritikai melléklet, edición marzo 2006.

Será lo que deba ser

Dicen que el país está bien jodido. Habrá que hacer reformas, restricciones, recortes, limitaciones y reducciones. El grande y el pequeño, el joven y el viejo, tendrán que ajustarse el cinturón, achicar como sea, y lo primero, las diferencias entre los partidos, porque la patria avanzará, solamente, si está unida.

o si no, no será nada

por Eszter Aranyos

Y se ve que hay esperanza. Ahora o nunca, no hay mejor momento que este cuando estamos todos preparados para dar sangre y alma. *

No pienso que el actual gobierno sea el mejor, pero por lo menos tiene la posibilidad de cambiar y mejorar las cosas. Confío en el fruto provechoso, de aquí a cuatro años, de nuestro esfuerzo y sacrificio.
El Plan de Gobierno para los primeros dos años de su mandato consiste en realizar el famoso ajuste económico, a partir de 2008 la consolidación de la economía y el desarrollo de la misma.

Y a continuación las propuestas / reformas, según área, hasta ahora expuestas por el próximo gobierno que quedará definitivamente constituido el 9 de junio de 2006:

Administración pública

Por una Administración Pública más pequeña y más eficaz, los pasos a seguir serán:
  • reducir el número de Ministerios. Serán 12 ministros en vez de los 17 actuales (11 ministerios y el MEH**)
  • crear nuevos entes asesores, aunque disminuyendo el total general. Aparecerán 2 nuevas entidades asesoras del gobierno: el Consejo de Desarrollo Nacional y el Comité de Reforma Estatal. Estas dos organizaciones planficarán y recogerán las reformas y los planes de desarrollo para el futuro. Los Ministerios tendrán solamente responsabilidades ejecutivas)
  • racionalizar el funcionamiento del MEH. En el futuro se encargará de regular y coordinar los gastos, el servicio de recursos humanos y la buena comunicación de todos los ministerios.
  • cambiar el modo de financiación. Las partidas presupuestarias se entregarán a programas específicos y no a instituciones.
  • reducir el número de diputados. Habrá, en 2010, 298 diputados en vez de los 386 actuales.
  • reducir las retribuciones salariales de los diputados.
  • limitar las competencias de los diputados. Los diputados podrán ser miembros de un solo comité en el Parlamento.
  • prohibir que los diputados nacionales y los diputados del Europarlamento puedan tener cargos directivos en una entidad estatal o dependiente de alguno de los ayuntamientos, o recibir contribuciones de fundaciones o comités públicos (a partir de 2010 lo mismo será válido para los familiares cercanos)
  • abolir el cargo de Vicesecretario del Estado. (cargo que en la actualidad detentan unas 194 personas)
  • reducir el número de personas con derecho de inmunidad.
  • disminuir en un 20% los trabajadores de la administración pública. De aquí a diciembre despedirán a unas 1300-1400 personas.
  • congelar los sueldos de los trabajadores de la administración pública por dos años.
  • informatizar completamente la administración pública antes de 2010.
  • reducir en un 20-40% los diputados de los ayuntamientos de la capital y de las comarcas antes de septiembre de 2006.
  • constituir diputados regionales en vez de diputados de comarcas a partir de 2009.
  • recuperar el equilibrio presupuestario.

Tributos

Por un sistema de impuestos transparente, con una distribución más equitativa de las contribuciones, las propuestas son:
  • suprimir el módulo de IVA de 15%. De esta manera solo quedarán el de 5% y el de 20%.
  • subir a 20% el IVA de la opción simplificada de autónomos que actualmente pagan un 15%.
  • aumentar el Impuesto de Sociedades de 16% a 18% antes de septiembre de 2006.
  • abolir algunas desgravaciones de IRPF.
  • aumentar el precio del gas público antes de julio 2006.

Sanidad

Por el fin del uso innecesario y excesivo de los servicios de sanidad, y por un uso óptimo de los recursos, se exponen las siguientes reformas:
  • introducir una tasa de visita y una tasa por recetas.
  • eliminar el soborno.
  • crear un sistema de control informático de las cotizaciones al Sistema de Sanidad para que cada persona pueda utilizar el servicio por el que paga, ni más ni menos.
  • abolir la obligación de ser miembro de una Cámara de la Sanidad.
  • reducir el número de hospitales de los 160 generales a 60 especializados.
  • introducir la tarjeta sanitaria con chip o banda magnética antes de 2008.

Trabajo

Por la prolongación del tiempo efectivo de trabajo y la disminución del trabajo en negro, se propone:
  • crear el Programa Start Extra para personas en situación precaria. El programa ofrece a las empresas la posibilidad de pagar menos impuestos por estas personas.
  • crear una libreta de trabajo estudiantil para los contratos de aprendizaje.

Educación

Por la racionalización de los recursos humanos en Educación y para elaborar un sistema de contribución según el uso que se haga del sistema educativo:
  • despedir 10.000 profesores y maestros.
  • subir el número obligatorio de clases de profesores y maestros.
  • reorganizar la financiación normativa de la educación profesional.
  • establecer un tributo a pagar una vez finalizada la educación superior.
  • crear un programa de renovación de escuelas que actuará hasta 2013.
  • ofrecer 10.000 plazas nuevas y renovar 270.000 en las residencias de estudiantes.
  • asegurar comida gratis a los estudiantes necesitados de 5º a 8º de Primaria. (para los de 1º a 4º, entre 6 y 10 años, ya existe este derecho)

Justicia

Para poder finalmente terminar el Sistema de Codificación Legislativa y mejorar el servicio de las instituciones de Justicia, se espera:
  • promulgar un nuevo código civil y un nuevo código penal.
  • establecer un plazo máximo de una semana para las inscripciones y operaciones en el Registro Mercantil, antes de finales de 2007.
  • obligar a presentar un estudio de efecto de cada propuesta de ley.
  • establecer la posibilidad de que todas las organizaciones civiles puedan conocer el contenido de las propuestas de ley antes de su aprobación en el Parlamento.

* Según las encuestas hechas por el programa Napló del canal T2, el 84% de la población piensa que es necesario hacer algunas restricciones económicas.
** Secretaría del Primer Ministro.