por Aranyos Eszter
Primeros encuentros, amores platónicos, citas nocturnas secretas, veranos inolvidables se relacionan en mi memoria con los lugares mágicos de las noches de Budapest. Cada uno tiene su historia personal, que pertenece a diferentes épocas y personas de mi vida.
Lugares de verano
En Hungría es de obligación disfrutar de las terracitas temporales de verano. Apenas cobran vida en mayo-junio y su aletear no va más allá de fines de septiembre, pero son los mejores sitios para las largas charlas veraniegas olvidadas de estrés, acompañadas con cerveza, o con alguna de las variantes más diversas del fröccs (fröchch), vino y soda.
A continuación, os ofrezco un mini diccionario fröccsiano, pero antes dos salvedades fundamentales para seguir el hilo:
- dl, decilitro es la medida utilizada para las bebidas, en cantidades menores que el litro, es la décima parte del mismo. Muy similar al dg., decagramo, para pedir cantidades menores de un kg.
- soda, que no es igual al agua con gas, sino su prototipo, sin embargo en muchos lugares, en los más pijos por cierto, ya no existe soda, así que lo sustituyen con agua con gas. Lamentable, porque el sabor es bastante diferente.
Y ahora sí el minidiccionario fröccsiano:
- kicsfröccs, lo básico: un dl de soda, un dl de vino.
- nagyfröccs: un dl de soda, dos dl de vino.
- hosszú lépés (gran paso): dos dl de soda, un dl de vino.
- viceházmester (portero, digamos): tres dl de soda, dos dl de vino.
Normalmente, los fröccs se piden indicando uno de estos cuatro, y el tipo de vino de nuestra preferencia, que puede ser vino blanco o rosado. No es imprescindible que la calidad del vino sea exquisita, ni mucho menos.
Pero volviendo a los sitios de verano, estos forman parte de un juego, que se repite cada año y que consiste en encontrar los que han abierto nuevos y confirmar los que siguen en la cancha.
Hay muchos que nomás ya solo existen en nuestra nostalgia. El Ráczkert (1) es uno de esos. Un lugar histórico con sus mesitas con manteles a cuadritos y conciertos de ocasión. Estaba en Tabán, un parque enorme que se formó a resultas de la destrucción en la Segunda Guerra Mundial de todo un barrio, por cierto bastante humilde.
Ráczkert vivió dos veces el momento de su cierre final, con fotografía de grupo de los últimos clientes y fiesta de despedida y todo. Y después, sorpresivamente, el verano de hace tres años no abrió, y no volvió a abrir nunca más.
Ahora Baglioni Hotels está trabajando con máquinas gigantes para construir el Hotel Budapest & Rácz Thermal Spa que abrirá la primavera de 2007, y quizás incluso una cremallera que subirá al monte Gellért.
Ahora de los vivos, el imperio Szimpla. Fue la idea de cuatro jóvenes, basándose en el mundillo de Berlín comenzaron a revivir los espacios residenciales, industriales o institucionales sin uso, abandonados, en pleno centro de la ciudad. Así soñaron y llevaron a cabo por primera vez, en el patio de una abandonada casa típica pestiana, en pleno centro de Pest, un precioso bar-jardín. Tenía pasillos circulares, con un montón de mesitas y sillas de desguace. Se llegaba hasta la barra a través de una sencilla puerta después de pasar un parking, también bastante temporal. Szimplakert (2) nomás duró dos años, sin embargo, en este breve período otros tantos empezaron a seguir su ejemplo. Y así aparecieron otros bares muy similares en la misma zona, a pocas calles. Con el Szódakert (3) y el Gozsdu udvar (4) (ahora en venta para pequeños inversores por un grupo inmobiliario con el mismo nombre) el barrio se empezó a transformar en una versión budapestiana del Soho de New York o el Raval de Barcelona, por mencionar dos ejemplos que tengo vistos.
En 2004 abrieron, en lugar del Szimplakert que se había cerrado, dos bares hermanos. El menor, el Szimpla kiskert (5) usaba el patio de una escuela durante el verano, y el mayor, el Szimpla nagykert (6) se ubicaba en un antiguo taller.
Hoy, gracias al pataleo de los clientes habituales, queda todavía el Szimpla nagykert, rebautizado como Szimplakert otra vez. Mantiene, por el momento, algo así como un jardín habilitado para el invierno, y ampliado con un cine. Incluso ahora cuenta con un cartel en la puerta que indica su nombre. Algo ha cambiado en las estrategias de marketing de estos jóvenes.
Volviendo otra vez a la nostalgia, aprovecho para recordar una lengua de tierra poética y tranquila de la capital, el dique Kopaszi-gát, famoso en sus épocas doradas por el restaurante Aranyhal (7). Y más tarde por el West-Balkán (8), justo al lado del Aranyhal, con un jardín hermoso que daba al Danubio, donde uno podía bailar o se podía echar sobre unos almohadones gigantes para ver cine o charlar.
Hace unos años desalojaron del dique al último de los alternativos que allí quedaban y dejaron el campo libre para que otro tipo de inversores tomen el relevo del terreno. Se construirá un centro
de ocio con hoteles, baños, instalaciones deportivas, y otros edificios para fines artísticas, etc.
Ahora el Kis West-Balkán (9) se halla justo detrás del cine Corvin, en un jardín lleno de árboles, con un chef de manos lentas pero que prepara ricos platos. El ambiente es agradable y muy familiar. Para visitarlo, queda menos de un mes, ya que este año los desalojan –otra vez-, por la construcción del proyecto Corvin-Szigony, una zona muy similar a la de la Rambla del Raval en Barcelona.
Pero la semilla quedó ahí y en el descampado de los futuros terrenos ya han instalado otro W-B, el Nagy West-Balkán (10) con alegres globos y mesas al aire libre. Aunque sin el aire alternativo de los primeros este último tal vez perdure.
¿Y qué decir de Margitsziget? La perla de Budapest empezó a recobrar vida en estos años. Se echaban a faltar los lugares de ocio en la isla. Así abrió Sarkkert (11), el jardín del Sark de Klauzál tér, tan simple como nunca, usando solo bancos de las paradas de los buses y unas sillas nomás. Este verano, llegó la competencia, Holdudvar Margitsziget (12), justo al lado, en un lugar ya más elegante, en el mismo edificio del antiguo casino de la isla.
He dejado por último el tan famoso Liszt Ferenc tér, que hace unos diez años era todavía un lugar familiar, con apenas tres bares, el Incógnito, el Mediterrán, y la pizzería de la esquina. Hoy en día, con la brutal subida de precios de la zona y la constante clientela, solo falta que transformen en bar la biblioteca del barrio y ya toda la plaza será un gran pasacalles de bares.
Pero en los alrededores de estos típicos y cada vez más populosos sitios ya están abriendo otros bares más íntimos y originales. A ver que nos espera el verano que viene. Seguramente habrá nuevas inversiones y nuevos bares surgiendo de debajo de la tierra.
PD.: Los sitios indicados no representan para nada una totalidad, y los lugares de invierno los he dejado para otro número. Que disfrutéis de las noches veraniegas que nos quedan.
Distribución de los sitios indicados en el texto:
1. Ráczkert: I. Hadnagy u. 10.
2. Szimplakert: VII. Király u. 25.
3. Sz ódakert: VII. Dob u. 19.
4. Gozsdu udvar: VII. Király u. 13-Dob u. 16.
5. Szimpla kiskert: VII. Hegedű u. 3.
6. Szimpla nagykert: VII. Kazinczy u. 14.
7. Aranyhal: XI. Kopaszi-gát
8. West-Balkán: XI. Kopaszi-gát
9. Kis West-Balkán: VIII. Kisfaludy u. 36.
10. Nagy West-Balkán: VIII. Futó u. 48.
11. Sarkkert: en Margitsziget, detrás de la fuente, a la derecha
12. Holdudvar Margitsziget: en Margitsziget, en el jardín del Casino, detrás de la fuente
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