por Sebastián Santos
La última vez que estuve pendiente de los cambios de divisas fue en la Argentina de la hiperinflación de Alfonsín. Cuando me instalé en Europa a principios de los ’90 todavía mantenía cierta preocupación al saber el dinero en el banco con rendimientos ínfimos. Pero al final me terminé olvidando y acepté las sucesivas devaluaciones con parsimonia y sin apenas stress. Este juego de comprar y vender no tiene en Europa la misma popularidad que en las tierras del sur. Eso no quiere decir que no hubiese sido un muy buen negocio invertir en dólares en España hasta la entrada del euro. En esos últimos 10 años triplicó su valor, desde unas roñosas 90 hasta columpiarse en unas sabrosas e irresponsables 300 pesetas por dólar.
A Hungría llegué aún más tranquilo, casi diría entregado, primero por mi desconocimiento del lenguaje y mi temor a cagarla en cualquier simple operación frente al mostrador o la pantalla del cajero o el ordenador, y segundo por haber comprobado, nada más llegar, que los costes bancarios son considerablemente más altos que en España. El dinero lo tengo repartido en tres cuentas, una en dólares, otra en euros y otra, por supuesto en forintos. Guardo, digamos una caja chica, para mis gastos mensuales y el resto del dinero lo mantengo en algo así como unos plazos fijos mensuales renovables automáticamente. Lo bueno de esto es, primero, que entiendo como funciona y segundo que puedo disponer del dinero en cualquier momento. Cuando reviento este tipo de plazo fijo lo único que sucede es que pierdo los intereses del mes, que por cierto, son bastante pobres. Para las cuentas en forintos no superan el 5%, y para las de euros no llega al 2% anual.
Kléber, hace cosa de un mes, me explicaba que comprando y vendiendo euros la inversión se podía mejorar considerablemente, pero, la verdad, no le presté mucha atención. Ahora, con el euro a más de 280 ft, tengo que sacarme el sombrero y felicitarlo porque especular con la divisa no ha resultado ser un mal negocio. Después de las elecciones generales pasadas y de la presentación pública del nuevo plan de reformas del gobierno el forinto ha sufrido una devaluación considerable. De los tradicionales 250 forintos que cotizaba el euro hasta el pasado mes de mayo, se ha pasado a los 280 y subiendo. Hoy 3 de julio, el euro cotiza, para el pueblo llano a 277,02 / 289,78 (http://www.mkb.hu/), o sea una media de 283,4 ft. Aquí vale la pena una salvedad, porque aún estando todos juntos y apretados en Europa, las cotizaciones de las divisas de la Unión cambian considerablemente en cada país. Hoy mismo he mirado la página de La Caixa y para mi sorpresa no solo las diferencias de compra y venta son mucho más que abusivas, sino que además revientan el forinto un 16 / 17%, ofreciendo para su venta y compra: 246,5 / 333,51 forintos por euro.
Ante esto, en Hungría, pese a una cierta preocupación mostrada por el gobierno por la devaluación y un tímido reajuste a través de la tasa de interés interbancaria, la devaluación del forinto no parece ser más que otro engranaje del plan de reformas para cumplir con los planes de reducción presupuestaria del gobierno, hacer de la región un lugar más apetitoso a las empresas que practican la deslocalización y mejorar las exportaciones. A esto agregaría, con la llegada del verano y las vacaciones, el atractivo para nuestros vecinos del Oeste, de un país encantador y cada vez más baratito.
Este es un momento especialmente interesante porque todavía no se ha terminado la subida de precios generales, especialmente los derivados de insumos o servicios provenientes del extranjero. Por un lado quiere decir que nuestro poder adquisitivo todavía se mantiene, pero además que el de nuestros visitantes ha aumentado. En agosto, para cuando han pronosticado la gran subida, los salarios se nos van a ir a los pies y vamos a llorar de lo lindo. De momento disfrutemos, como cualquier otro país tropical de la zona, de este cambiante verano torrencial.
¡Tenéis que venir a visitarnos! Skyeurope o Wizzair os traen en un plis y a muy buen precio. Con tiempo podéis encontrar ofertas de cojones, pero sino con unos 200 euros vais y venís con tranquilidad desde Barcelona, Madrid o aeropuertos secundarios como el de Girona. Una vez aquí solo es relajarse y gozar. A los colegas los insto a que vengan a conocer e instalarse unos días en mi nueva casa, a pocos metros de Városliget, y a los desconocidos de siempre a que usen la multitud de redes primarias a nuestro alcance para dar con una habitación o un piso en Pest. Un anuncio en El Quincenal o en el WIW pueden dar muy buenos resultados. Este es el mundo de los “conocidos” y todos van los locos por acumular favores.
En cuanto a los precios, estos días me he tomado la molestia de apuntar mi personal y popular canasta familiar (he cogido una media de 284 ft). Os doy los datos clasificados según grandes superficies, pequeñas tiendas y mercados; en cuanto al consumo de ocio es importante remarcar la diferencia de precios que puede existir entre ciertos bares que yo he dado en llamar progres con los bares populares, con menos comodidades pero también con precios mucho más reducidos:
27 de junio de 2006
- Abono mensual de transporte ........................................6950 ft. (24,47€)
- 2 Cafés (terracita étnica) .................................................200 ft. (0,70 €)
- Menú para 2 (dos platos, sopa, agua, zumo) ...........................1800 ft (6,33€)
- Agua mineral 1,5 l (súper 24 hs) .........................................160 ft (0,56€)
- 4 dónuts de plástico (súper) ..............................................260 ft (0,91€)
- 2 copas de vino, café (terraza progre) ..................................800 ft (2,82€)
- Limpiaparabrisas (tienda de recambios de coches) ..................2900 ft (10,21€)
28 de junio de 2006
- Mr. Proper, ambientador para el wc, papel higiénico (súper)......... 1087 ft (3,83€)
- Café (gran Superficie) .......................................................330 ft (1,16€)
- Móvil Sony-Ericson J220i (gran superficie) ..............................12990 ft (45,73€)
- Resma papel (gran superficie) .........................................999 ft (3,52€)
- 1 kg de pan (súper 24 hs) .......................................................149 ft (0,52€)
- Cerveza y paso largo -dos medidas de agua y una de vino- (terracita progre) ........450 ft (1,58€)
29 de junio de 2006
- Caja de condones de 10 (farmacia) ........................................655 ft (2,3€)
- 16 Fotocopias ..................................................................109 ft (0,38€)
- ½ kg de mate Taragüí (mercado) ............................................1235 ft (4,34€)
- Zapatillas de playa (mercado) ................................................1200 ft (4,23€)
- Pasta rellena con semillas de amapola -makos rétes- (mercado) ...........159 ft (0,56€)
- Bollitos de grasa -pogácsa- (súper 24 hs) ......................................109 ft (0,38€)
30 de junio de 2006
- Pasta rellena de chocolate y otra de requesón -túró- (súper 24 hs)..... 264 ft (0,93€)
- Café de máquina (escuela) ..........................................................50 ft (0,18€)
- dónut (súper 24 hs) .............................................................139 ft (0,49€)
- 4 fotos carnet (gran superficie)............................................ 800 ft (2,82€)
- Espaguetis, tomates, ajo para 3 (tienda pequeña) ....................670 ft (2,34€)
1 de julio de 2006
- Pasta rellena con amapola, 2 bombas de crema (panadería) .............380 ft (1,34€)
- 2 cafés (terracita frente a un lago encantador en las afueras de Budapest) ...300 ft (1,05€)
- 2 cafés (terracita en pueblo del interior) .......................................300 ft (1,05€)
- pasta, setas, ajo, queso para 2 (gran superficie)...............................600 ft (2,11€)
2 de julio de 2006
- 1 kg de pan (súper 24 hs) .........................................................159 ft (0,56€)
Hay muchas maneras diferentes de disfrutar de Budapest, incluso, si uno es capaz de ingeniárselas para gambetear a los inspectores, a los “chanchos”, del metro-bus-tranvía-tren, se puede ahorrar un buen puñado de billetes. Esta semana, fuera de la cuenta del teléfono que me cobraron directamente del banco (unos 25€), gasté unos 125€ por todo concepto. Claro, no estoy contando la gasolina que ya había cargado días antes o las compras ya hechas o la luz, gas o varios que he gastado y que pagaré o ya he pagado... pero el caso es que estoy deseoso de veros, amiguetes y amiguetas y qué mejor oportunidad que una buena y cuajada devaluación para venir a verme.En cuanto a los lugares donde estos días "pagué" solo hay dos imperdibles, donde la relación calidad – precio –atención –sorpresa puntúa. El primero es el emblemático mercado de Lehel Tér, un barco de colores a la deriva, precioso, bien de precio y variado. No he visto mejor en la ciudad. La otra estrellita es para el bar de Mohamed en Blaha Lujza, sobre la calle Sómogyi Béla, en dirección al antiguo Instituto de Graciela Serrano. Mohamed es un guaperas, un chaval irakí que lleva ya la tira en Budapest, un tío cosmopolita y políglota. En realidad más que bar se trata de una parada de gyros, o shawarman, como le dicen, en la versión sirio – libanesa de la península. Frente al puesto tiene dos mesitas de lata, bien apretadas contra la pared para que pasen los peatones. Moha te pone lo que quieras y si te descuidas te ensarta la parienta, pero todo lo hace con alegría, buen temple y profesionalidad, diría yo. Da gusto estar con él. En resumen: ¡venid y gozad, aprovechad ahora que la gente todavía está contenta!
No hay comentarios:
Publicar un comentario