lunes, febrero 12, 2007

Un helado en un baño sauna

por Kléber Mantilla

En Budapest, este último invierno solo ha nevado un día y por pocas horas. En esta ciudad, secular por soportar los más largos y gélidos inviernos de Europa del Este, ahora su gente transita meditabunda y sin chaqueta, en medio de un primaveral ejemplo del calentamiento global del planeta. En realidad, es indiscutible el anuncio de la desintegración del polo norte.

Y si en Hungría no hay nieve, en la mayoría de pistas de esquí de los Alpes hay que producir nieve artificial para no perder clientes. El hielo polar siberiano ya está abierto y se derrite tan rápido como un helado de cono dentro de un baño sauna.

¿Algún presidente idiota todavía tiene dudas? Pues habría que gritarle al oído que si no ratificó el Protocolo de Kioto (PK) ahora tendrá que escuchar el informe de la Reunión Mundial del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC). El PK expira en 2012 y fue firmado por multitud de países que se comprometieron a reducir la emisión de gases que producen el efecto invernadero. Estados Unidos no lo firmó, pese a ser el primer contaminador mundial.

En París, este febrero, el informe de los 500 delegados de Naciones Unidas, que participaron de la cumbre climática, solo confirma que la sociedad consumista, la economía de competencia y el industrialismo sin control, serán los destructores de toda la especie humana. Así, el calentamiento global funciona como un trailer a gran velocidad que está por chocarse contra un edificio de acero. Hay un conductor ebrio dentro, que representa los intereses de las empresas petroleras y energéticas del mundo, y no hay quién pise el freno.

El IPCC, que representa a 192 estados miembros, confirma un alza de las temperaturas de entre 2 y 4,5 grados, por una duplicación de las concentraciones de CO2 en la atmósfera en relación a la era preindustrial. El economista británico Nicholas Stern, dice en otro informe sobre el coste económico del cambio climático que es “imperativo actuar de inmediato y fijar un precio mundial del carbono”. El termómetro mundial ha ganado 0,8 grados desde el comienzo del siglo XIX, con una aceleración en los últimos 30 años, que los científicos achacan a los gases con efecto invernadero, emitidos por energías fósiles: gas, petróleo y carbón.

Como consecuencia indiscutible, los glaciares en la Isla de Ellesmere y las costas de Groenlandia se están derrumbando. Apenas unos 400 kilómetros de hielo quedan en la orilla norte de Groenlandia conectándolos con el hielo polar. Y se separan. Grandes superficies de hielo polar se han pulverizado y miles de kilómetros cuadrados flotan en el océano Ártico. Según expertos, la costa norte de Alaska está libre de hielo, tal como toda la costa norte de Siberia. Es decir, el polo norte se está desintegrando.

Asimismo, estamos en las vísperas de ciclones, tifones, huracanes, tsunamis y maremotos. En un año, en el Pacífico Noroeste, se registraron 22 ciclones tropicales, 14 de los cuales se clasificaron como tifones. Los Tifones Chanchu, Prapiroon, Kaemi, Saomai, Xangsane y Cimaron, junto la tormenta tropical Bilis trajeron muertes, heridos y daños severos a su paso. Los ciclones tropicales causaron más de mil muertes. El tifón Durian afectó a más 1.5 millones de personas en Filipinas entre noviembre y diciembre de 2006, provocando muertes y desaparecidos.

A nivel local, el año pasado, la lluvia y los fuertes deshielos produjeron inundaciones extensas por el Río Danubio, que alcanzó su nivel más alto en más de un siglo. Áreas de Bulgaria, Hungría, Rumanía y Serbia fueron inundadas y decenas de millares de personas afectadas.

Pese a esto, el IPCC advirtió que el calentamiento de la Tierra es irreversible debido a las emisiones de dióxido de carbono (CO2) y de otros gases de efecto invernadero de la era industrial. “En función de las acciones que se tomen, la subida de las temperaturas se situará para fin de siglo entre 1,8 y 4 grados, y la del nivel de los mares entre 18 y 59 centímetros. Todo ello conllevará fenómenos climáticos extremos como canículas o lluvias diluvianas, o violentos ciclones. Se acerca el día en que el desajuste climático escapará a todo control: estamos en el umbral de lo irreversible”, dice.

¿Pero a quién le importa? En una última encuesta sobre cuál es el mayor problema mundial, 34% de los europeos consultados responden que es la economía; el 29% menciona el desempleo; un 16% señala el terrorismo y la inestabilidad política; el 10% incide en la inmigración; y sólo al 9% le preocupa el calentamiento global. La guerra le preocupa solo al 7%.

Por ahora, son vientos lejanos los que soplan al barco de la Unión Europea que busca fortalecer las propuestas de reducir el 20% de las emisiones de gases de efecto invernadero para el año 2020.

El comisario europeo de Medio Ambiente, Stavros Dimas, pidió a Estados Unidos que se comprometa en las negociaciones para reducir los gases de efecto invernadero y anunció una ley para los fabricantes de automóviles que los obligue a reducir las emisiones de CO2. A partir de 2012 todos los vehículos nuevos emitirían un máximo de 120 gramos de ese gas por kilómetro. ¿Serán estos esfuerzos suficientes para evitar el acelerado calentamiento? ¿serán estos esfuerzos suficientes para evitar el deshielo de los polos?

Fuentes:

Televisión Española
http://geocaa.blogspot.com/search/label/Recurso%20did%C3%A1ctico

No hay comentarios: