lunes, marzo 20, 2006

"Todos éramos espías" - Los "besugos" y la red de delatores durante la era comunista


por Sebastián D. Santos-P



Una de las primeras cosas que llama la atención al buscar información sobre la red de confidentes en el Régimen Comunista es el universo de las palabras amigas. Los húngaros se refieren a los delatores con el término “besúgó”, que aunque se pronuncia bien distinto de nuestro parco castellano no deja de llamar la atención. Claro que el sentido es diametralmente opuesto. El peninsular besugo, torpe y poco inteligente en la península, deviene a orillas del Danubio un ser terrible, tal vez fruto de la contaminación radioactiva que asoló el bloque soviético de mano de la industria pesada.
Así, ese pez medio papanata, hermafrodita y con manchas en la cabeza se transformó en un cabrón: chivato, mentiroso, hipócrita y sobretodo, peligroso.

Los artículos a continuación se pringan en el mundo de los besugos, como si verdaderamente fuesen una bandeja de lonja de peces viejos y gelatinosos. Hay quien se atreve a arrancarle los ojos, a pasarle el dedo por los dientes, a abrirle las entrañas y reventarle la bolsita de mierda que no llegó a cagar; o bien más prácticos, otros prefieren meterlo en una bolsa y tirarlo al río, para dejar después todo limpio y así poder exhibir uno más fresco.

Espero que disfrutéis con esta colección de artículos sobre los "Los besugos y la red de delatores durante la era comunista" y que os animéis, quienes viváis o hayáis vivido en Hungría a escribir en las próximas ediciones. Solo tenéis que enviarnos un e-mail y os contestaremos a la brevedad indicándoos formato y tema.

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