Annamaria Preisz
¿Que se ve ahora en los museos de Budapest?
Por ejemplo, estos días podemos disfrutar en el Museo de Bellas Artes de la exposición “Cinco siglos de la pintura en España”, que se publicita con los grandes nombres de Velázquez, El Greco y Goya.
Presentan más de 100 magníficas obras que abarcan desde el 1400 hasta principios del 1800, y no sólo las de los pintores famosos del Siglo de Oro, sino también aquellas obras no tan conocidas entre los húngaros, como las de Zurbarán, Murillo o Ribera.
En esta exposición una “curiosidad” es el cuadro de Mazo, pintado de la infanta Doña Margarita de Austria, y que da para pensar. La pintura es exactamente la misma que la de Velázquez, la única diferencia es el color de la ropa de la chica. Pero, ¿cual es cual? Parece que Mazo prefería el color verde y Velázquez el azul. ¿Puede ser que el público de la época también prefería este último y así se llegó a decantar por la versión en azul?
¿Y a raíz de esta tendencia cromática el cuadro de Velázquez se volvió el más famoso, desplazando la obra del autor en verde?
Tal vez a muchos se les pueda ocurrir algún tipo de explicación similar para explicar la injusta subjetividad del arte, y con ello la reputación y el éxito que algunos artistas consiguen, mientras otros caen en el olvido. La subjetividad y la injusticia van siempre de la mano.
En todo caso sabemos que a partir de 1633, coincidiendo con su boda con una de las hijas de Velázquez, una tal Francisca, Mazo comenzó a despuntar como pintor de la Corte. Como si si no se hubiese casado con alguien de una familia de reconocido prestigio nunca hubiese logrado triunfar como pintor.
De cualquier modo y durante toda su carrera en la Corte Española, Velázquez “echó mano siempre de Mazo”, llegando a ser este su mejor ayudante.**
Y para acabar la opinión de Balázs, amigo y colega, que junto con otros tantos me completaron una corta encuesta sobre los “Cinco siglos de la pintura en España”:
A él le encantó la gran variedad en el tiempo y en los pintores. Para Balázs (de Hungría) esta fue la mayor exhibición de artistas españoles que vio fuera de España. Dice que El Greco es su pintor favorito, sin embargo vio cuadros de otros pintores que le gustaron mucho, pero que, lamentablemente, ahora no recuerda. La única cosa que echó en falta fueron las esculturas. Al entrar hay una, pero es como un engaño: luego no hay más. Y finalmente ... ¡Bingo, Balazs!: Velázquez pintó la chica con la ropa azul, y Mazo con la verde.
¿Y los demás también sabían o recordaban este detalle? ***
Parece que sí. Sebastián (que también visito el carnaval de Mohács) vio la exposición dos veces. Sin embargo dice que no quedó muy satisfecho, ya que esperaba más obras de los tres pintores promocionados. “¿Por qué hicieron carteles tan grandes para una exposición tan pequeña?”-se pregunta.
Al visitarla por segunda vez, y en este caso en una visita guiada, le surge una nueva pregunta, esta vez más allá de la exposicion en si misma, y se refiere a “¿por qué sigue habiendo este tipo de guias, donde todos van como borregos detras de una persona que habla y habla sin parar?”. Se necesitarían cosas mas interactivas e interesantes.
Parece que a todos les llama la atención la obra de Martinez del Mazo y especialmente su relacion con Velázquez. De hecho no se sabe mucho de su existencia, la verdad sea dicha.
Para los que todavía no hayan podido visitar la exposición, y estén en Budapest estos días, deciros que las entradas también se pueden comprar en línea en la siguiente dirección: http://http://www.jegymester.hu/startpage.jsp?place=70000 (la página está en húngaro y en inglés).
**http://es.wikipedia.org/wiki/J.B._MartÃnez_del_Mazo
***Cabe aclarar que el último punto de la encuesta, que repartí entre un selecto grupo de conocidos, era si recordaban con qué color habían pintado Velázquez y Mazo, respectivamente, a la Infanta.
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