miércoles, abril 05, 2006

Las elecciones del 9-A. El ocaso del pluralismo político y la consolidación del bipartidismo

Llegamos impecables al período de reflexión y diría que ninguno se ha quedado corto. Han quemado todos sus cartuchos y ya al final poco tenían que decirse. En los últimos días básicamente el trabajo duro quedó en manos de los que pegan carteles y de los que se ocupan de hilvanar las publicidades electorales en televisión y radio. Las últimas concentraciones y debates en televisión fueron por demás corteses, elegantes, y haciendo honores a la muerte del invierno, podría decir que primaverales.

El uso del color ha sido uno de los distintivos de esta campaña electoral, lo que le ha dado un ambiente festivo y casi circense; por otra parte contrariamente a lo que se estila en otros rincones de Europa, por ejemplo en la equidistante España, aquí no solo no han tenido tapujos en reivindicarse de derechas o de izquierdas sino que lo han ido gritando y publicando a viva voz. Son pocos los que, como ahí, en el fin del mundo, se pelean por identificarse de centro.

La tendencia de esta y de las últimas elecciones en Hungría es la constante desaparición de la paleta electoral de los partidos minoritarios y la consolidación de un sistema político bipartidista. Esto trae consigo una especie de síntoma patológico, incluso psicodélico, por el cual pululan una buena cantidad de minúsculos partidos políticos sin ninguna posibilidad de representación parlamentaria, pero dándole una absurda legitimidad democrática al sistema. Todos tienen derecho a opinar pero solo unos pocos a mandar.

Espero que disfrutéis con esta colección de artículos sobre los “Las elecciones del 9-A. El ocaso del pluralismo político y la consolidación del bipartidismo” y que os animéis, quienes viváis o hayáis vivido en Hungría a escribir en las próximas ediciones. Solo tenéis que enviarnos un e-mail y os contestaremos a la brevedad indicándoos formato y tema.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Estaría bien un breve análisis a los resultados de las elecciones del domingo, y las perpectivas políticas para el futuro.

Anónimo dijo...

Aunque todavía no están rematadas las elecciones no puede haber más cambios que un diputado más o menos para alguna formación que de Kecskemét.
Lo cierto es que los resultados de las elecciones no han sido tal como habíamos previsto en la editorial, en tanto el abanico de partidos en el parlamento ha aumentado. En contra se ha consolidado peligrosamente el poder del MSZP, arrimándose a la mayoría absoluta.
Pero no hubo tal y eso es, dentro de lo que podemos pedirle a estos sistemas democráticos burgueses, es una alegría y un símbolo de pluralismo.
La escisión del MDF del Fidesz le dio un nuevo tono al proceso electoral y ha sido un gusto como un partido pequeño tomó tal relevancia. Lástima, en mi opinión, que la variedad sea tan de derechas.
El caso es que la huida del MDF trajo la aparición en la palestra del KDNP y si se repite la jugada podríamos decir que en próximas elecciones pueda tomar relevancia como lo ha hecho su antecesor.
La pluralidad en el sistema actual implica alianzas y el éxito de estas fomenta, por ende, la pluralidad. Tal es el caso del MSZP y el SZDSZ. La alianza funcionó. Todo hay que decirlo, más a favor de los socialistas que de los liberales, que se mantuvieron con los mismos 20 escaños de las anteriores elecciones.
En definitiva, pese a nuestras previsiones, estas elecciones han sido una muestra de un leve aumento de la pluralidad, en tanto quedó demostrado el poder de las alianzas. Siempre y cuando nos movamos bajo los límites perniciosos de la mayoría absoluta pueda considerarse un éxito. La mayoría absoluta representa la polarización y con ella la lenta pero segura muerte de los pequeños partidos.
Espero que en las próximas elecciones haya todavía mucho más color, como demostró el descubrimiento en solitario del Somogyért. El sistema parece permitir la aparición de unidades aisladas y es una pena que esta variante no se aproveche por la militancia local.