sábado, septiembre 23, 2006

Domingo Cullen, Embajador de la República Argentina en Budapest. Ficha y breve cuestionario

por Sebastián Santos


DATOS PERSONALES:

  1. Nació en San Fernando, Provincia de Buenos Aires, el 25 de noviembre de 1944.

  2. Abogado y procurador de la facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires.

  3. Ingresó por concurso al Ministerio de Relaciones Exteriores en 1972. Embajada en Reino Unido (entre 1975-1979 y 1990-1995), Misión Permanente ante Naciones Unidas (1982-1989), y Embajador en la República Árabe de Egipto (1995-2000). Asumió funciones en Budapest en octubre del 2005, luego de desempeñarse por cinco años como Director de Organismos Internacionales en la Cancillería Argentina.


CUESTIONARIO:

¿Qué imagen tiene de Hungría y de los húngaros desde que es embajador en este país?

Es un país extremadamente interesante, con una historia muy rica y compleja, y un pueblo muy emprendedor y altamente capacitado. Llama la atención también la belleza de sus ciudades, la arquitectura y el paisaje.

¿Cuáles serían los tres temas fundamentales que definen las relaciones entre ambos países?

  1. Consolidar las relaciones políticas que existen entre ambos Gobiernos y reflejan la existencia de una importante comunidad argentino-húngara en ambos países.

  2. Promover un mayor conocimiento recíproco, incluyendo un mayor número de visitas a nivel gubernamental y alentando una más intensa corriente turística.

  3. Incentivar el intercambio comercial y una mayor cooperación en campos como el científico-tecnológico, en el que ambos países han alcanzado un nivel de excelencia.


Explíquenos, por favor, el perfil de la colectividad de su país en Hungría

Esencialmente, es una colectividad que se ha radicado ya sea por razones familiares como laborales, y que ha logrado adoptar las tradiciones de ambos países. Como diplomático, es un placer mantener contacto con ellos, especialmente por el buen sentido del humor que los caracteriza.

¿Cómo evoluciona su experiencia con el idioma húngaro?

Es un idioma extremadamente complejo y estoy en una etapa muy preliminar, en que esencialmente busco aprender expresarme de forma de relacionarme en las cosas fundamentales de la vida diaria. Por experiencia de colegas, estimo que será muy difícil aprender a hablarlo correctamente, pero confío en la paciencia y comprensión de los húngaros hacia el extranjero.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Os paso copia de la entrevista que le hizo Clarin a Cullen. Me gusta su opinion critica e informativa de la realidad hungara:

DOMINGO CULLEN, EMBAJADOR EN HUNGRIA

"El problema es que muchos húngaros no llegan a fin de mes"






Telma Luzzani
tluzzani@clarin.com





Lo que está sucediendo ahora en Hungría no tiene precedentes desde los acontecimientos de octubre de 1956", dijo el embajador argentino en Budapest, Domingo Cullen, en conversación telefónica con Clarín. Se refería a las históricas manifestaciones que se iniciaron el 23 de octubre de aquel año contra el poder soviético y para pedir democracia, libertad de expresión y democracia . Fue aplastado el 4 de noviembre de 1956 con la llegada del Ejército Rojo.

Ahora, los húngaros piden la renuncia de su primer ministro Ferenc Gyurcsany. Así lo explicó el embajador Cullen.

"Durante el día, los húngaros hacen la vida de todos los días. A la noche, —cosa rara en Budapest donde todo termina muy temprano— la gente sale a protestar. Entre los manifestantes hay un grupo muy minoritario pero organizado de barras bravas que son los que producen los hechos violentos."

—¿Y el resto?

—El resto es la mayoría silenciosa que reaccionó al enterarse de que el premier les mintió. Es una gran parte de la población que se ha visto afectada por la caída del socialismo al estilo soviético y que tenía esperanzas en este premier socialista. Pero ahora ven que un gobierno de ese signo es el que quiere implementar los recortes en educación o en salud. Acá antes la atención medica era gratis y ahora hay que pagar. Es un precio mínimo pero se paga y mucha gente está con problemas económicos graves.

—¿Los manifestantes son de clase media o pobres?

—En Hungría no se ven las grandes diferencias sociales a las que nosotros estamos acostumbrados. No hay derroche, ni ostentación de riqueza. Pero el ajuste no es bien visto por los húngaros y les cae mal que lo haga un socialista. El problema es que Hungría para ser admitida en la zona del euro tiene que cumplir con los requisitos del acuerdo de Maastrich, y debería, por ejemplo, reducir su actual déficit fiscal que es del 10% de su PBI al 3%. Las medidas que está adoptando el gobierno golpea el bolsillo de la izquierda y de la derecha. Y en términos políticos afecta al bolsillo de su electorado.

—¿Entonces las protestas son porque el primer ministro mintió o porque los húngaros se ven afectados por los ajustes?

—La mentira, fue el detonador. El premier es un político muy hábil. Fíjese que éste es el primer gobierno que ha sido reelecto desde 1989. Pero él pintó un panorama económico mejor del que existía y la gente reaccionó. Ahora, el trasfondo es que hay una parte de la población a la que le cuesta llegar a fin de mes.

—¿Usted tuvo oportunidad de hablar con el premier?

—Sí, ayer convocó a varios embajadores. Nos dijo que sus palabras fueron sacadas de contexto. Admitió que esto le va a hacer perder votos en las próximas elecciones municipales del 1º de octubre. Pero ratificó que no piensa dimitir.

—Con la gente tan movilizada ¿puede verdaderamente mantenerse en el poder?

—La oposición conservadora no tiene bancas suficientes en el parlamento como para promover un voto de no confianza contra Gyurcsany y ésa es la única herramienta para hacer caer a un gobierno.

—La celebración de los 60 años del levantamiento de Hungría el próximo 23 de octubre, puede encender nuevamente la mecha?

—No creo. Es una fecha muy importante para todos. Incluso para la oposición. Fueron invitados varios presidentes entre ellos Néstor Kirchner (aunque no puede venir por sus obligaciones) y Lula da Silva.