sábado, septiembre 23, 2006

Entrevista con Sonia Díaz Llera, Embajadora de Cuba en Budapest

por Eszter Aranyos



Lunes 15 de mayo de 2006. 11 hs.
Embajada de Cuba, Budapest.
1025. Józsefhegyi út 28-30. Edificio E. Piso. 2.


Currículum de la Embajadora Sonia Díaz Llera:
  • Nació en Candelaria, Provincia de Pinar del Río, Cuba.

  • Licenciada en Historia General, Universidad de La Habana.

  • Inició su carrera diplomática en diciembre de 1960.

  • Ha asumido responsabilidades diversas en el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba desde muy joven. Inicialmente en el área de la entonces Dirección Afroasiática, luego en la Dirección de Asia y Oceanía.

  • Entre 1968 y 1972, trabajó en la Dirección de Divulgación del Ministerio.

  • En 1972 regresa a la Dirección de Asia y Oceanía donde ocupó sucesivamente los cargos de Jefa del Departamento del Lejano Oriente, Subdirectora y Directora de la Dirección General.

  • Ha participado en delegaciones gubernamentales varias a lo largo de su carrera, especialmente por Asia y Oceanía. En estas ha recorrido, entre otros países, Australia, Filipinas, Indonesia, Singapur, Sri Lanka, Nepal, India, Japón, Malasia, Tailandia, China, Vietnam.

Responsabilidades en el Servicio Exterior:
  • Abrió la Embajada de Cuba en Manila, Filipinas, en 1976-1977, como Consejera, Encargada de Negocios, hasta el arribo del Embajador.

  • Fue Cónsul General interina en Sydney, Australia, entre 1979-1980.

  • Fue Consejera en la Embajada de Cuba en Nueva Delhi, India, entre 1982-1985.

  • Fue Embajadora de Cuba en India, Nepal y Bangla Desh, entre 1987 y 1993.

  • Fue Embajadora de Cuba en los Países Bajos entre 1995 y 2001, y Decana del Cuerpo Diplomático en La Haya, entre 2000 y 2001.

  • Actualmente es Embajadora de Cuba en Hungría. Presentó credenciales el 13 de enero de 2005.

Es casada.

Entrevista

Embajadora: Bueno, yo llegué como Embajadora en enero del año pasado, 2005 y le presenté credenciales al anterior Presidente Mádl, el 13 de enero justamente. ¡Un frío que ni te cuento! ¡Eszter, tremendo fue esto! Y bueno.., entonces esa es la primera cosa. Te voy a dar un currículum que tengo hecho y de ese modo ya cuentas con todos mis antecedentes diplomáticos, mis estudios y mi fecha y lugar de nacimiento. La fecha no se la digo a nadie, estoy por quitarla, pero bueno...(risas)
Aranyos E.: No, solo necesitamos un breve “sumario”.
Embajadora: Espérate que lo tengo en la mesa ( se mueve por el despacho buscando el currículo).
Aranyos E.: Si no quiere usted que...
Embajadora: ¿Va a dejar usted que digan que soy abuela?
Aranyos E.: ¿Cuántos nietos tiene?
Embajadora: Cuatro.
Aranyos E.: Cuatro, eso sí que es mucho.
Embajadora: La mayor ya tiene catorce años; otras dos hembras, en este momento viviendo en España; una de 12 y otra de 10. Y otro en Cuba, varón, de 11 años.
Aranyos E.: ¿Y vienen a Hungría?
Embajadora: Pues no, a Cuba. Nos vemos en Cuba porque se extraña la tierra, el Caribe, el mar. ¿Tu has estado en Cuba, Eszter?
Aranyos E.: Sí, 18 horas, pero para año nuevo. Para el año nuevo solamente. Fuimos a México y de México fuimos en avión desde Cancún. No podíamos quedarnos más.
Embajadora: Bueno, claro, pero tienes que ir y estar más tiempo. Ahora han empezado vuelos que se mantendrán todo el año. Berlín-Habana.
Aranyos E.: ¿Si?
Embajadora: Todo el año, según me dijeron funcionarios de turismo recientemente. Y la Malév tiene vuelos charter desde noviembre hasta fines de febrero y principios de marzo.
Aranyos E.: Interesante.
Embajadora: Yo siempre he trabajado en el Ministerio de Relaciones Exteriores. Y bueno, empecé muy joven. Ahí lo verás en el currículo. Soy licenciada en Historia General de la Universidad de La Habana.
Aranyos E.: ¿Y largo recorrido, no?
Embajadora: Muy largo recorrido. Y no puse todo realmente. Por supuesto, porque cuando era Directora de Asia y Oceanía, tenía que viajar a menudo al área: Japón, India, Malasia, la región en general, que incluye desde Afganistán hasta Australia y Nueva Zelanda. El Nombre correcto es la Dirección de Asia y Oceanía. Pero ahí puedes ver lo substancial.
Aranyos E.: Si. Acá solo faltan los cuatro nietos.
Embajadora: Tengo tres hijas. Una es la que está en España y las otras dos están en Cuba, y de ellas tengo los cuatro nietos. Entonces....bueno yo creo que ya la primera etapa la puedes sacar toda de ahí. Mira, lee el currículo sin pena y si tu crees que falta algo me lo dices.
Aranyos E.: Vale.
Embajadora: Así dice mi nieta: “Vale”. “¡Amorcito, no hables más así en Cuba, como si fueran ustedes españolas; que ustedes son cubanas!” y dice: “bueno, ahorita vale, pero insisto: “No me digas más vale, que eso no es cubano.” (risas)
Aranyos E.: ¿Si?
Embajadora: Todo lo demás está bien, ¡pero que dejen de hablar como cubanas...!
(risas) El “vale” ya se le ha pegado de mala manera. Bueno a ver, entonces....datos personales... esto de los antecedentes diplomáticos...mi fecha de llegada... Todo eso ya lo tienes.
Aranyos E.: Si.
Embajadora: Entonces, en cuanto a las preguntas.... ¿Qué imagen tiene de Hungría y de los húngaros desde que es embajadora en este país? Bueno, delante de todo debo decirte, y esto es sin protocolo, sino no tengo por qué decírtelo, que tienen ustedes un país precioso, la verdad sea dicha, muy, pero muy lindo. Budapest es de las ciudades más lindas que he visto en el mundo y ya tu sabes que he visto unas cuantas. Muy bonita ciudad, muy bonita. Como caribeña lo único que extraño es el mar porque el Danubio no puede sustituir el mar...
Aranyos E.: Y bueno, pero en cambio...
Embajadora: Pero tienen un río precioso. Allá voy. Y lo otro, desde luego...lo que se me hace un poco...realmente me impresiona mucho, es el invierno. Porque no solo es muy fuerte sino muy largo.
Aranyos E.: Si.
Embajadora: Es muy largo. Yo estuve de Embajadora en Holanda seis años y aquí muchos colegas me dicen “¿Pero cómo es posible que tengas frío si tu estuviste en Holanda?” El frío de Holanda no se parece mucho a este. Primero, La Haya está pegada al mar y siempre el mar, el Mar del Norte, logra atemperar y moderar el clima.
Y no, raras veces caía nieve. Algunos inviernos fueron más fuertes que otros y veía nieve, pero como aquí creo que yo nunca había visto tanta nieve. La había visto en Japón también, en invierno, en las afueras de Tokio, pero con la abundancia de las nevadas de aquí, no. Cuando llegué a principios de 2005, mis entrevistas de cortesía las hice cayendo unas nevadas... que el parabrisas no daba tiempo a ir de un lado. ¡Tremendo, tremendo, tremendo! Pero bueno, con toda sinceridad, el frío no es algo que me guste mucho, pero también el paisaje es precioso cuando está todo nevado. Para nosotros es lo más atractivo. Mirarlo desde la ventana es muy atractivo. (risas)
Aranyos E.: Desde dentro, desde el café...a mi también.
Embajadora: En realidad sí. Mi experiencia aquí en este primer año y un poquito en Hungría ha sido buena. Luego de la caída del socialismo tú sabes que perdimos todo lo que nos unía en el ámbito bilateral. De pronto no hay relaciones económicas, no hay nada. En realidad este año que llevo aquí ha sido ahí como que siguiendo el camino que recorrieron mis predecesores: tratar de revitalizar la relación comercial, económica y demás. En esa tarea estamos comprometidos en este momento que te hablo. Se está realizando una visita a Cuba del Secretario de Estado Administrativo de Economía de Hungría. Y el viernes 12 de mayo pasado se firmó un nuevo acuerdo económico bilateral. En febrero habíamos firmado el Nuevo Acuerdo Cultural, que pienso sientan las bases para hacer avanzar las relaciones bilaterales en temas concretos.
Bueno, tenemos relaciones amistosas con varias universidades húngaras. Los rectores de un grupo de universidades están asistiendo, casi anualmente diría, a un evento que se celebra en Cuba, “Universidad 2006” fue este año. Se designa según el año en que se está celebrando. Ya habían asistido unos cuantos de ellos a “Universidad 2005”. Lo que sorprendió en 2006 fue el tamaño del grupo. Fue grande. Y tratamos que se mantengan y desarrollen estos contactos entre nuestras universidades y rectores de los dos países. Trabajamos asimismo la posibilidad de realizar proyectos de investigación en algún campo de mutuo interés. Hungría tiene un alto desarrollo en el campo de los productos farmacéuticos y biotecnológicos. Y si comparamos, Cuba tiene buen desarrollo en estos sectores. En el pasado teníamos un buen intercambio en los campos referidos. Por supuesto doy por sentado que el de ustedes es más alto, pero estamos trabajando en ellos desde el ’82 y nos hemos desarrollado mucho. Como ves desde hace más de 20 años.
Aranyos E.: Y lo que mencionó usted, que han hecho un nuevo acuerdo bilateral....¿en qué se mejoró?
Embajadora: No, no es un problema de mejoría. El asunto es que cuando ustedes entran en la Unión Europea los acuerdos anteriores cesan. Lo que se trató fue de firmar uno nuevo. Y se firmó el Acuerdo Económico Bilateral que ya te mencioné. Ahora tenemos que trabajar mucho para concretar negocios mutuamente ventajosos. De todas formas, el contenido se había perdido. En estos 16 años hemos tratado de ir poquito a poquito reconstruyendo lo que existió, porque desapareció totalmente, tanto para Cuba como para Hungría. Por ejemplo, cuando tu no habías nacido, aquí venían las naranjas y las toronjas de Cuba, pregúntale a tu mamá y tu papá, pero ahora no las ves porque van a otros destinos. Entonces tristemente, estamos en el afán de recuperarlas. Vine con el objetivo de lograr que las relaciones de Cuba y Hungría sean las mejores. Ahora los cítricos cubanos se venden mayormente a países de Europa Occidental, una buena parte a Holanda, Inglaterra o Francia, viejos miembros de la Comunidad Europea.
¿Si deseas preguntarme algo más?
Aranyos E.: Vale, vale, vale. Y entonces ¿cuáles serían los tres temas fundamentales que definen las relaciones entre ambos países?
Embajadora: Mira, primero, indudablemente hay que partir del hecho de que ustedes ya son miembros de la Unión Europea y Cuba es un país subdesarrollado, pero desde luego yo puedo decirte que tengo las mejores relaciones en todas las esferas oficiales. Me he sentido escuchada, bien atendida. En realidad ustedes tienen muy buenos diplomáticos, muy profesionales. Y no quiere decir eso que tengamos una coincidencia total. A mi no me gusta decir mentiras, eso no es así. Pero aún cuando tenemos diferencias las hemos discutido siempre de una forma muy civilizada, amistosa. Las diferencias existen, que como es lógico, no? (risas). No me gusta hacer comparaciones, ni herir a nadie, solo puedo asegurarte que me he sentido muy bien aquí. Desde el punto de vista del trabajo, me esfuerzo grandemente. Es como un edificio al que debes reconstruirle los cimientos. Y lo vas haciendo ladrillo a ladrillo. En esa tarea estamos, construyendo, con la ayuda de empresarios y hombres de negocios húngaros, que realizan un esfuerzo igualmente en países vecinos de Hungría, y también, claro, con el esfuerzo de Cuba.
El Secretario de Estado húngaro fue acompañado a Cuba por un número de empresarios. A pesar de que en un primer momento y debido a las inundaciones, la visita debió posponerse se concretó posteriormente. Los hombres negocios mostraron su interés. Me han visitado y visitan otros muchos empresarios; lo que indica que el interés existe y es creciente, veremos qué podemos hacer.
Desde este punto de vista no tengo problemas, lo que hay es que seguir trabajando. En cuanto a otros ministros, el resto, bueno, firmamos el Acuerdo Cultural, en el que están envueltos los Ministerios de Cultura y Patrimonio y Educación de Hungría con los homólogos cubanos, más la Academia de Ciencia de Cuba. Cada vez que los necesitamos nos apoyan y ayudan. Me he sentido bien y creo que podemos hacer muchas cosas. En ese esfuerzo estamos comprometidos. Aquí se quiere a Cuba y en mi país hay una gran cantidad de personas que estudió acá, que recuerdan al país con amor y simpatía. Recuerdan las bellezas de Hungría y de su capital. ¿Qué cosa, no? A la inversa sucede lo mismo. En cada lugar que voy siempre hay alguien que estuvo en Cuba, que estudió en mi país y eso también me ayuda. Me ayuda muchísimo. Llegar a todas partes y ver en la cara la simpatía de la gente, los que han ido y han disfrutado allá. Ciertamente nuestro pueblo es cariñoso, muy abierto, como todos los caribeños.
Aranyos E.: Pero digamos, ¿qué serían las cosas que ahora hacen falta?
Embajadora: Las cosas que estamos haciendo. Tú puedes firmar un documento o 10, pero si no le pones algo dentro, es papel que no sirve de nada. Pero no teníamos documentos y entonces ahora los estamos teniendo. Es decir una base legal donde poder construir este edificio del que yo te hablaba.
Tendremos en el área cultural que ejecutar acciones. Pensamos en una semana de cine húngaro, porque cada año hay un Festival Internacional de Cine en Cuba, mayormente latinoamericano, pero paralelamente se hacen semanas de cine y se organizan con otros países de Europa, África o Asia. El Embajador de Hungría en La Habana es muy activo y quisiera organizar esta semana una de cine cubano en Budapest. Ambos trabajamos en esa dirección.
El año pasado logramos exponer un ciclo de películas cubanas en coordinación con el Instituto Cervantes, fue por el período vacacional. Los dos meses de verano hubo programación con películas cubanas, exhibición de documentales. ¿No sé si estuviste en la ocasión?
Aranyos E.: Sí, yo suelo ir al Cervantes.
Embajadora: El año pasado hubo unas jornadas allí, vamos a calificarlas de muy bonitas. Pero bueno, eso no es bilateral, eso es con España y con el Instituto Cervantes. Pero queremos un poco hacer eso bilateralmente. Ahora pusimos una película en la Semana Iberoamericana en Pest. El Primer Secretario ofreció una conferencia sobre el patrimonio cultural de Cuba. Esto hay que irlo componiendo poco a poco, pero vamos a decir, organizándolo desde el punto de vista oficial. Con unas acciones y otras vamos “llenando” el Nuevo Convenio Cultural, Educativo y Científico. Aparecerán nuevos intereses y acciones. Los rectores, por ejemplo, están muy entusiasmados. Hay muchas cosas que podemos ir plasmando para que se hagan regulares los intercambios. Hay un interés enorme por traer artistas cubanos. Lo mismo de ópera, danza, ballet clásico, u otros grupos musicales.
Aranyos E.: ¿De baile?
Embajadora: De baile, de cualquier tipo de baile. El Ballet Nacional de Cuba es famoso en el mundo, muy conocido también en Hungría, pero también tenemos el ballet folclórico o la danza contemporánea, que tienen una altísima calidad.
Hasta ahora lo que recibimos de conjuntos artísticos cubanos aquí en Hungría viene por la vía comercial en su mayoría. Me entero porque la gente empieza a llamarme: “Sonia, que viene...!” Y ahorita fui hace unos días a ver un espectáculo muy bonito: “Lady salsa”. Me sorprendió ver el teatro lleno. La gente lo disfrutó muchísimo. El año pasado fui a ver a Omara Portuondo que vino con el Buena Vista Social Club, también a teatro lleno. Todo esto por la vía comercial. Yo quisiera lograr intercambios bilaterales aunque naturalmente se mantenga la actuación de artistas cubanos contratados. La tarea, te reitero, es la de hacer más activo el intercambio entre nuestros pueblos. Lo mismo culturales, que científicos, comerciales. Todos. Hemos perdido mucho en estos 16 años y queremos recuperar lo posible.
Aranyos E.: ¿El perfil de la colectividad cubana en Hungría?
Embajadora: La base de eso mejor te la daría mi esposo, que es cónsul. Pero en sentido general lo que más tenemos aquí son muchachas jóvenes que se vinieron en los ’80 a trabajar en la industria textil.
Aranyos E.: ¿Textil?
Embajadora: En textiles.
Aranyos E.: ¿Y esto en qué año era?
Embajadora: Mayormente en los ’80. Bueno, yo te llamo después a mi esposo para que te dé los datos más exactos, pero es así. Mayormente son mujeres, vinieron muy jovencitas, se enamoraron aquí, se casaron, tuvieron sus hijos, húngaros. Muchos ya no hablan el español sino el húngaro. Algunas han tenido el cuidado de enseñarles el español, pero no todas y bueno, se sienten bien aquí. Van a Cuba regularmente, cuando pueden, porque el pasaje no es muy barato. También hay algunos profesionales que estudiaron y se graduaron aquí. Hoy están trabajando y contribuyendo en esta sociedad. Conozco a uno que está en Szeged. Allí igualmente viven algunas de las textileras del grupito que se quedó en Hungría. La colonia cubana aquí es de unas 300 personas, no más.
Aranyos E.: ¿300, no más?
Embajadora: No más. Alrededor de 300 según los datos que ha obtenido mi esposo desde que estamos acá.
Aranyos E.: ¿Hubo cubanos que estudiaron medicina en Hungría?
Embajadora: En Cuba debe haber unos cuantos. Debí hacerme una pequeña operación en la mano y la doctora que me atendió, el postoperatorio, estudió, se enamoró y se casó en Hungría. Conserva un amor intenso por este país. Ella es sin embargo, la única persona en Cuba que yo conozco, que estudió medicina en Hungría. Pero debe haber otros, naturalmente. Sin embargo aquí, en Hungría, que yo sepa, no he conocido ningún médico de origen cubano. El médico que nos atiende en ocasiones es ecuatoriano y es un amor de persona, trabaja en un hospital de Budapest.
(dirigiéndose a su marido) Mi amor, me hace falta que vengas un momentito para una pregunta que Eszter me está haciendo. Mi esposo es Cónsul. Mi predecesor era el Embajador y la esposa era Cónsul. Y ahora es al revés (risas). Otro grupo representativo de cubanos residentes en Hungría es el de los músicos.

Aranyos E.: Buenos días (dirigiéndose al Cónsul)
Cónsul: Buenos días
Embajadora: Eszter es la periodista que vino a hacerme la entrevista. Pero una de las preguntas... Siéntate un momentito mi amor. Mira, una de las preguntas que me hace es cuál es el perfil de los cubanos que viven aquí. Y yo le dije, bueno, primero las textileras y algunos profesionales y que en total son alrededor de 300. Pero yo no sé si le puedes agregar algo más. Profesionales hay más, ingenieras...
Cónsul: La mayoría hasta hace algún tiempo eran profesionales, ahora no son muchos, se han trasladado para Alemania, Finlandia y España.
Aranyos E.: ¿Y en qué año emigraron?
Cónsul: Después del cambio de sistema.
Aranyos E.: ¿Después del cambio?
Cónsul: Si, después.
Cónsul: Actualmente lo que se está produciendo más son los matrimonios entre cubanos y húngaros. Van a Cuba como turistas, se enamoran allá, se casan y vienen para acá. Lo mismo húngaros con cubanas, que húngaras con cubanos.
Embajadora: Pero ha sido en los últimos años.
Cónsul: Y no es la mayoría.
Embajadora: ¿Pero la característica de los que están, de esa comunidad que lleva más años?
Cónsul: ¿La característica? Son gente trabajadora que goza de prestigio entre los húngaros y en la sociedad húngara.
Embajadora: Mayormente no tienen un nivel económico alto.
Cónsul: No tienen en general un nivel de ingresos alto. En cuanto a lo cultural depende si es la inmigración de las textileras... ellas fueron trabajadoras cooperantes y poseen un nivel cultural medio. Esa es la mayoría actualmente. Los profesionales fueron mayoría en un momento determinado, pero como emigraron hacia otros países más desarrollados de Europa y pensaron que les ofrecían más posibilidades económicas...
Aranyos E.: ¿Entonces los que se venían antes fueron los que primero emigraron?
Cónsul: Mira, lo principal es que los primeros cubanos que se radicaron aquí fueron por las técnicas, las cooperantes de las que te he hablado. Para que me entiendas mejor, vinieron durante el Socialismo para cooperar en ramas específicas en las cuales los húngaros estaban muy desarrollados y nosotros necesitábamos cooperación. Nosotros teníamos mucha mano de obra pero no teníamos empleo para todo el mundo en esa época y aquí había necesidad de ella.
Aranyos E.: ¿Y esto en los años ’70 u ’80?
Cónsul: ’70, setenta y pico. Fueron también húngaros a trabajar en Cuba. La mayoría eran técnicos que iban con sus familias, esposa e hijos. Aunque algunos se iban solos.
Embajadora: Ildiko, nuestra secretaria, es hija de uno de esos técnicos húngaros ingenieros que trabajaron en Cuba.
Cónsul: Se formó la familia....
Embajadora: Ella estudió, las hermanas estudiaron unos años allá, vamos a decir la secundaria y la pre en Cuba.
Eszter, puedes fumar si quieres. Yo fumo y él fumó hasta hace 3 años.
Cónsul: El empleado húngaro que trabaja con nosotros nos dice que su mamá trabajó en una textilera. Lo fundamental es que los estudiantes que vinieron aquí a estudiar en la Universidad, muchos se enamoraron, ellos y ellas, se casaron aquí y se quedaron a vivir. Había tanto hombres como mujeres de la rama textil y de la rama universitaria que se quedaron aquí. No quiere decir que las textileras eran mayoría. En cuanto a los que vinieron a estudiar no te puedo decir si hubo mayoría de mujeres u hombres.
Embajadora: Eran muy jóvenes.
Cónsul: Claro. Estaban solos, lejos de la familia, iban cada dos años a Cuba. Entonces todo eso: se enamoraron, se casaron, tuvieron hijos y cuando hubo el cambio de sistema con Cuba no tuvieron problema ninguno Ellos se quedaron aquí. Se habían quedado desde antes.
Aranyos E.: ¿Y más o menos cuándo se fueron de Hungría?
Cónsul: Eso no te lo puedo decir.
Embajadora: Ese cuento, esa historia, está tratando de averiguar (risas), de organizar todo. Lo que parece es que antes la comunidad cubana fue un poco mayor aquí.
Cónsul: Era bastante grande. Eso es lo que he visto en el tiempo que llevo aquí, que es un año, o sea el 31 de mayo voy a cumplir un año.
Embajadora: Él lleva menos que yo porque llegó unos meses después que yo.
Cónsul: Yo lo que he visto es cubanos que me han dicho: “ Me voy a trabajar, pero me voy a trabajar para Alemania, para Finlandia y para España”. Son los tres puntos para los cuales me han dicho que quieren sus expedientes, para los consulados cubanos en esos lugares. Esos son los tres lugares fundamentales. Son los tres lugares que he visto: Finlandia, Alemania y España.
Aranyos E.: De estos se entiende más España y Alemania. ¿Pero Finlandia?
Embajadora: El más lejano está en Irlanda, allá tenemos uno.
Cónsul: En Australia. (risas). Si, cubanos hay donde quieras.
Embajadora: Bueno, pero húngaros hay también en muchas partes del mundo.
Cónsul: En Canadá hay un jazzista, un pianista: Vic Vogel, fantástico. Es un húngaro.
Aranyos E.: ¿Si?
Cónsul: Si.
Aranyos E.: Eso no sabía.
Cónsul: Vic Vogel, fantástico. Y muy bueno, muy bueno. Yo creo que tengo una foto de él ahí. Espérate un momento

Aranyos E.: ¿Y su experiencia con el idioma húngaro?
Embajadora: Yo trabajo con el inglés aquí, la realidad es esta. Y por suerte en todos los ministerios aquí, en todos los organismos oficiales no tengo ninguna dificultad. En muchos casos, como tú, hablan español, así que no tengo ningún problema. Y me pasó como en Holanda, imposible aprender el holandés tampoco y trabajaba igual con el inglés y el español. Se me van pegando cosas como es natural, no? pero no creo que pueda evolucionar hasta ese grado de hablar húngaro.
Aranyos E.: Nada más nos falta una foto.
Embajadora: Pues cuando tú quieras nos tomamos la foto contigo.
Aranyos E.: ¿Si?
Embajadora: Ok.

Cónsul: Listo. Es un húngaro. Es el cincuenta aniversario. El cincuenta aniversario de su vida artística (habla del jazzista húngaro Vic Vogel)
Embajadora: Ahora que tiene un nombre que no parece húngaro.
Cónsul: Sí, pero es húngaro.
Aranyos E.: Para nada.
Cónsul: Pero él cambió.... el Vic ese es un cambio para un nombre artístico que él hizo.
Aranyos E.: El Volger ya parece más húngaro, porque en alemán significa pájaro.
Embajadora: ¿Si?
Aranyos E.: Si, el pájaro.
Cónsul: Vic estuvo dos años aquí estudiando. Cuando el cambio de sistema se fue.

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